Dolce & Gabbana lanza un perfume de lujo para perros
Un veterinario asegura que se trata de una forma "frustrante" de gastar el dinero
Fefé: el perfume para perros de D&G.
Madrid
Había ropa, peluquerías, comida gourmet y hasta libros de recetas para perros, pero la marca de lujo Dolce & Gabbana (D&G) acaba de llevar el asunto un paso más allá con la comercialización de Fefé, un perfume para perros que, aunque parezca mentira, vale tanto como lo que en muchos hogares españoles se gasta para comer durante una semana entera: 99 euros.
En el anuncio difundido por la marca en sus redes sociales aparecen varios perros de concurso en un estudio, mientras una voz profunda enumera distintas facetas de personalidad: "Soy delicado, auténtico, carismático, sensible, enigmático, rebelde, fresco, irresistible, limpio".
Según detalla un artículo del periódico The Times, el producto ha sido desarrollado por un prestigioso perfumista de París que anteriormente había trabajado para Balmain o Paco Rabane, y cuenta con aromas de sándolo o ylang-ylang.
La línea de productos Fefé lleva el nombre del perro de Domenico Dolce, uno de los fundadores de la marca, y se ha convertido en el primer perfume de una gran marca de lujo diseñado especialmente para mascotas. El anuncio, de hecho, insiste en que se trata de un perfume sin alcohol.
Cómo aplicar el perfume
Un veterinario consultado por The Times ha asegurado que el perfume es "una pérdida de dinero" que, probablemente, ni siquiera guste a los perros, pero ha reconocido que, aunque sea "frustrante" porque hay mucha gente "con dificultades financieras", todo aquel que tenga dinero puede elegir libremente cómo gastárselo, puntualizando además que el olfato de los perros es tan sofisticado que podrán seguir reconociéndose entre ellos a pesar del perfume.
D&G vende Fefé en botellas de 100 ml, acompañándolo de un collar de perro decorado con una pata chapada en oro. Se recomienda a los dueños de los perros que lo se apliquen en las manos o en un cepillo y luego froten o cepillen a su mascota desde la mitad del cuerpo hacia la cola, pero siempre evitando aplicarlo sobre la nariz.
Según una entrevista publicada este domingo por Corriere della Sera, la idea surgió hace cuatro años, cuando Stefano Gabbana adoptó un cachorro de caniche miniatura y descubrió que el animal era incompatible con su gato macho.
