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La intrahistoria de los 100 metros: Noah Lyles se colgó el oro olímpico pese a ir detrás durante 90 metros y que el pie de Thompson llegase primero

Una de las finales más ajustadas de los últimos años

La foto finish de los 100m lisos más disputados de los últimos años / twitter

El estadounidense Noah Lyles es el hombre más rápido del mundo tras colgarse el oro en la final olímpica de los 100 metros lisos de los Juegos de París 2024. Lyles hizo marca personal con un tiempo de 9,79 segundos y superó al jamaicano Kishane Thompson por solo cinco milésimas. Fred Kerley fue el ganador del bronce con un tiempo de 9,81. Una de las finales más ajustadas de la historia del atletismo ya que incluso bajar de diez segundos en las semifinales no dio acceso a la final.

El velocista Lyles rompió así una sequía de 20 años sin ganador estadounidense en los 100 metros olímpicos desde que Justin Gatlin venció en Atenas 2004. Tras ello apareció Usain Bolt que reinó en todos los JJOO que participó —Pekín, Londres y Río— consiguiendo el récord del mundo de la prueba con un registro de 9,69 segundos en el Nido de los Juegos de 2008. En Tokio fue el italiano Marcell Jacobs quien se llevó el metal dorado dejando a Fred Kerley sin esa medalla tan soñada. No es solo una mala racha en la modalidad masculina, también en la femenina llevan ese tiempo (y más) sin ganar la prueba femenina.

Noah Lyles, tricampeón mundial (100, 200 y el relevo 4x100) en Budapest el pasado año, busca lograr lo mismo en los JJOO. Ya lo ha logrado en los 100 metros lisos pese a que este 4 de agosto no pintó nada bien la prueba para él por un mal arranque. Durante los primeros 40 metros iba en la última posición y tuvo que remontar para lograr su victoria. A los 50m era séptimo, a los 80 tercero, a los 90 segundo y cinco milésimas le separaron del jamaicano Kishane Thompson. Fue en el metro 94 cuando le superó.

La pista de Saint Denis estalló con un final de infarto en la prueba reina de los JJOO. Se necesitó hasta una foto finish para saber quién era el nuevo hombre más rápido del mundo. Noah Lyles lo tuvo claro. "Creo que el oro es tuyo, grandullón", le dijo a su rival Thompson mientras esperaban el resultado final mirando al marcador del estadio. Pero la realidad fue que el norteamericano se coronaba como nuevo campeón olímpico de los 100 metros pese a que el pie del jamaicano había pasado primero. Sin embargo, con eso no vale. A diferencia del fútbol, donde el fuera de juego lo marca cualquier parte del cuerpo con la que se puede jugar con el balón, en el atletismo es el pecho es la parte del cuerpo que marca quién ha pasado primero por la línea de meta, y el de Lyles pasó 0,005 segundos por delante del de Kishane.

La prueba reina de los Juegos Olímpicos también tuvo la peculiaridad de que el pico más alto de velocidad lo hizo un atleta que no pisó el podio. Fue el sudafricano Simbine quien marcó hizo en 0,81 segundos el tramo entre los 60 y 70 metros, mientras que el botsuano Tebogo logró la velocidad punta de 44,67 km/h superando los 44,48 de Usain Bolt en Pekín 2008. Una final que será recordada, sobre todo por Noah Lyles que ya está en los libros de historia al conseguir un doblete de JJOO y Mundiales, algo que solo habían logrado velocistas de la talla de Usain Bolt, Justin Gatlin, Maurice Greene, Donovan Bailey y Carl Lewis.

Por si fuera poco, Lyles dejó un mensaje de superación en sus redes sociales. "Tengo asma, alergias, dislexia, TDA, ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser. ¿Por qué no tú?", escribió en X. Unas palabras que sirven para que todas las personas luchen por conseguir su objetivo. Que como a él, nadie les va a parar.

 
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