Un Kristoff en estado de gracia culmina un doblete autoritario
El ciclista noruego del Uno-X vuelve a ganar en la segunda etapa con final en Fauske rematando el fantástico trabajo de su equipo, que desde ahora se centrará en la general
Kristoff celebra su segunda victoria en esta Artic Race (Borja Cuadrado).
Fauske (Noruega)
"Para Uno-X, la Arctic Race es como para un equipo francés el Tour", se escuchaba en la salida. El equipo noruego lleva dos años acudiendo a la ronda francesa en calidad de invitado, y sabiendo que la prueba local la organiza ASO (igual que el Tour) sabe que, más allá de tirar de patriotismo, estará sembrando siempre semillas para ir la Grande Boucle.
El arranque de etapa habría exigido rodillo en una gran vuelta. Casi a palo seco se debía ascender Beiarfjellet, de primera categoría. Cuatro valientes, con el neerlandés Johannik repitiendo fuga, junto al suizo Pellaud y los locales del Team Coop-Repsol Fougner e Ingebrigtsen, apellido ilustre gracias al atletismo en Noruega. El apoyo de los niños de los colegios de Beiarn (ver imagen inferior) terminó en motivación para la modesta escuadra noruega.
Las paredes de los colegios de Beiarn, volcadas con la Artic Race (Borja Cuadrado).
Beiarn es un clamoroso ejemplo de belleza noruega. De apenas 1000 habitantes, una única carretera atraviesa de principio a fin el pueblo. Nada más. Cuando llegan la nieves invernales, no es extraño que Beiarn quede aislado. Es parte del peaje que se debe pagar cuando vives en una región tan espectacular como remota. Pero debe compensar cuando del río Beiar surge, dicen, uno de los mejores salmones del mundo.
A escasos kilómetros de la carrera se encuentra la iglesia de Savjord. Uno de los últimos eslabones de iglesias mediavales o stavkirke que están hechas de madera, en Noruega generalmente de pino. Las más antiguas datan de hace 800 años y a pesar de que fueron desapareciendo de forma fulminante, resisten en pie 28, una de ellas la de Savjord, en la que se siguen celebrando bodas.
El verano soñado en Nordland
La llegada a Fauske trajo consigo la explosión definitiva de una climatología extraordinaria. Con 27º, gente bañándose junto a los fiordos y los comentarios orgullosos de la gente de la zona. "En los últimos dos veranos este tipo de días es habitual... pero aún así me iré en diciembre a Gran Canaria", confirma Erik, el conductor del autobús que dirige por la zona del Círculo Polar Ártico al exclusivo grupo de periodistas que cubre en directo la Arctic Race.
La SER ha tenido el privilegio exclusivo de poder vivir el final de etapa en helicóptero. En ese momento te das cuenta de lo frágil e insignificante de la figura humana en un contexto de naturaleza salvaje. Y ahí, desde las alturas, divisas a los esforzados de la ruta de la misma forma que nosotros vemos a las hormigas.
Se produjo una caída en el tramo final y el pelotón capturó a Pellaud a 8 km de meta. Curioso el caso del suizo que vive en Colombia y habla español con un exquisito acento cafetero. Y que busca contrato para 2025 una vez finalice su vínculo con Tudor. Entonces la maquinaria de Uno-X ejerció un dominio imperial, como si fuera la Saeco de Cipollini o el HTC de Cavendish. Y Kristoff volvió a erigirse en un vikingo superior, con otro digno 10º puesto de Kiko Galván (Kern-Pharma). El gravel fue menos duro de lo esperado. Lo que se espera es cambio de líder mañana. La acensión a Sulitjelma debería tener la llave de esta Arctic Race.