"Me lo palpé yo": la historia de una investigadora contra el cáncer que se convirtió en paciente

El cáncer continúa siendo una de las principales causas de muerte en nuestro país. En España se diagnostican unos 300.000 casos al año, un número que se eleva hasta los 18 millones en todo el mundo. Entre las dificultades que se encuentran en nuestro país para la investigación de la enfermedad, destaca el retraso con el que llegan a nuestro país los fármacos para tratar el cáncer, que es con una media de 700 días de retraso.

La presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer y directora del grupo de Melanoma en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Marisol Soengas, ha pasado por los micrófonos del 'Hoy por Hoy' para hablar con José Luis Sastre sobre el estado de la investigación en nuestro país y contar, en primera persona, la experiencia de recibir un diagnóstico.

El cáncer en su propia piel

Aunque Marisol Soengas ha participado en la sección de 'Utopías' del 'Hoy por Hoy' de verano para debatir con Sastre si es posible imaginarnos un mundo sin cáncer. Aunque la experta cree que es "una utopía a largo plazo", afirma que sí se está consiguiendo "que se viva mejor, con más calidad de vida". "Estamos más cerca que nunca porque sabemos mucho sobre los tumores, tenemos mejores herramientas", afirma Soengas. Aun así, la investigadora destaca que "la gran frustación" de los científicos de nuestro país es el tiempo que tardan en llegar los fármacos ya aprobados: "Una vez están aprobados a nivel europeo, España es uno de los países en los que más se tarda en que esos compuestos innovadores se acepten y, para reembolso de sistemas de salud, puede ser más de 700 días de retraso."

Esto es algo que Soengas ha vivido en su propia piel al ser diagnosticada con cáncer de mama el invierno pasado. Sastre ha querido saber cómo recibió la experta la noticia, sabiendo que ella misma se dedica profesionalmente a investigar la enfermedad. "Lo recibes como lo reciben los pacientes, es un 'shock', nunca me lo hubiera esperado", comienza reconociendo la científica. "Me lo palpé yo", desvela Soengas, que continúa diciendo que tras el diagnóstico, "de repente te cambia la perspectiva de tu horizonte de tiempo", y que como científica, "tienes una preocupación adicional porque sabes mucho de los cánceres". "Sabes que pueden evolucionar, que pueden cambiar, que se pueden generar resistencias", explica.

La científica cuenta que ha entrado en un ensayo clínico y, que desde que conoció su diagnóstico, ha intentado confiar en la ciencia para "ganar tiempo". "Tenemos que intentar ir viviendo, ir avanzando e intentar beneficiarnos de los avances científicos," dice con convicción Soengas, que además se atreve a reconocer entre risas que, como el resto de mortales, también ha caído en la tentación de buscar respuestas a su enfermedad en Google. "Al conocer mucho, ya no solo vas a Google, vas a las fuentes", dice la científica, que asegura que se ha tratado de informar de los expertos oncológicos, tanto nacionales como internacionales.

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Aunque lo que más ha impactado a la investigadora al convertirse en paciente, ha sido la importancia del apoyo psicológico. "Te das cuenta de una cosa que conocíamos. Los pacientes están en una situación muy vulnerable. Muchas personas no cuentan su enfermedad porque tienen miedo a perder el trabajo, tienen miedo de cómo se va a recibir en su entorno. El apoyo psicológico es muy importante", describe. Además, recuerda que el deporte reduce efectos secundarios y mejora la respuesta del tratamiento.