Los reformistas tailandeses presentan un nuevo partido tras su disolución forzosa
Dos días después de la decisión del Tribunal Constitucional, el nuevo Partido del Pueblo se presenta para luchar por las próximas elecciones
El nuevo líder del Partido del Pueblo, Natthaphong Ruengpanyawut en la rueda de prensa del 9 de agosto / NARONG SANGNAK (EFE)
Madrid
El partido de la oposición tailandés Avanzar, se ha reinventado con un nuevo nombre y líder este viernes, después de su disolución forzosa por el Tribunal Constitucional este miércoles. Ahora llamados el Partido del Pueblo (Prachachon en tailandés), serán liderados por el ingeniero informático de 37 años, Natthaphong Ruengpanyawut, antiguo subsecretario de Avanzar. Así lo ha comunicado Parit Wacharasindhu, representante del partido, refiriéndose también al nuevo nombre como la idea de querer ser un partido por y para la gente.
Natthaphong ha dicho en una rueda de prensa que su misión es "crear el Gobierno del cambio en las elecciones de 2027".
Avanzar obtuvo la mayoría de escaños en las elecciones generales de 2023, pero no pudo formar parte del gobierno de coalición por su propuesta de reforma a una ley que prohíbe las críticas a la monarquía del país; algo que el Tribunal ha declarado como inconstitucional, obligando al grupo a disolverse e inhabilitando a once de sus miembros, incluido su antiguo líder, para ejercer la política durante diez años. 143 políticos que sí conservaron su escaño, se ha unido al Partido del Pueblo.
Esta ley de lesa majestad es una de las más estrictas con castigos entre tres y 15 años de cárcel a quién amenace, insulte o difame al rey, reina o al heredero. Los jueces señalaron que la reforma de esta ley incita al odio hacia la monarquía y busca socavar el régimen democrático. Avanzar ha insistido en múltiples ocasiones que no tiene intención ninguna de acabar con la corona.
A nivel internacional, la Unión Europea cree que esta decisión supone un "revés para el pluralismo político" del país y que todos los diputados elegidos legalmente, deberían poder desempeñar sus mandatos parlamentarios. Estados Unidos tampoco se ha mostrado de acuerdo con la decisión del Tribunal tailandés y dice estar muy preocupado, pidiendo a Tailandia que tome medidas para proteger la democracia.
