"Nunca he tenido voluntad de entregarme": Puigdemont asegura que ya se encuentra en Waterloo y critica "el delirante" dispositivo policial
El expresident, huido de la justicia, volvió a zafarse de los mossos tras visitar brevemente Barcelona este jueves
Madrid
Tras horas de especulación sobre su paradero, el expresident Carles Puigdemont ha anunciado en un mensaje en su cuenta personal de X que ya se encuentra de nuevo en la ciudad belga de Waterloo, después de haber reaparecido fugazmente en España durante unas horas este jueves y volver a huir del dispositivo policial que iba a detenerle. "Hoy estoy en Waterloo después de unos días extremadamente difíciles. Hay que analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de la operación que hizo posible lo ocurrido ayer. Y lo haré. Pero son miles de kilómetros en muy pocos días y muchas jornadas de una tensión difícil de explicar, y confío en que se entienda que necesiten todavía unas horas para reponer y tomar aire", ha comenzado escribiendo Puigdemont.
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El expresident ha tildado de "deplorable" la rueda de prensa que este viernes han dado desde el Departamento de Interior de la Generalitat, en la que han explicado detalles de lo sucedido este jueves. "No puedo creer que la caza de brujas que se ha desatado contra algunas personas concretas, simplemente porque las han visto a mi lado en momentos determinados, sea protagonizada desde ámbitos políticos que se llenan la boca de lucha antirrepresiva. La ola represora que ha desatado el conseller Elena y el comisario jefe de los Mossos es digna de Marlaska o de Zoido", ha afirmado en referencia a los tres mossos que han detenido por su supuesta vinculación son su huida.
Puigdemont ha desmentido que llevara un sombrero de paja, como ha afirmado el atestado policial. "Tampoco he estado nunca en ningún maletero, y tampoco he residido nunca en Hamburgo: cosas que se inventan en los atestados policiales y tienen siempre lo de la 'presunción de veracidad'", ha añadido.
"Lo siento mucho por las personas que están recibiendo la ira de unos responsables políticos y policiales que saben que no han estado nada a la altura del momento. La reciben porque el conseller y el comisario jefe han tenido una pataleta al ver que el espantoso, incomprensible ya veces delirante dispositivo policial no lo ha entendido nadie y sólo ha servido para molestar a los ciudadanos. Y para gastar inútilmente dinero público, que haría más servicio combatiendo la delincuencia y el crimen organizado que persiguiendo a políticos que no tienen ni una sola condena y castigando a agentes de los Mossos d'Esquadra por su compromiso cívico, y no porque hayan cometido ningún delito", ha agregado, antes de confirmar que su intención nunca fue la de entregarse.
"Nunca he tenido voluntad de entregarme"
"Ya dije que nunca he tenido la voluntad de entregarme voluntariamente ni de facilitar mi detención porque me parece inaceptable que se me esté persiguiendo por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de Amnistía. Entiendo las razones por las que el Tribunal Supremo tiene la obsesión por tenerme en sus manos pero ni el operativo ni la reacción de los mandos políticos y policiales de los Mossos es comprensible ni aceptable", ha sostenido.
En cuanto al papel de los mossos, ha insistido en que a ellos no se les debe "pedir lealtades a ideas y narrativas políticas". "Esto lo hacen los españoles con su Policía y la Guardia Civil. Aquí hemos defendido siempre un modelo policial propio y de carácter nacional, que se creen muchos agentes que tienen vocación de servicio público", ha asegurado antes de reivindicar el papel del cuerpo cuando él era president.
En este sentido, ha recordado la actuación del cuerpo cuando ocurrieron los atentados de las Ramblas y Cambrils y ha lamentado que ahora se haya montado una operación policial similar a aquella, no para detener a "asesinos", sino para hacerlo con un responsable político. "Y cuando se decidió montar una operación Jaula fue porque había que atrapar a unos terroristas que acababan de perpetrar una masacre en las Ramblas. Unos terroristas. Gente que acababa de asesinar indiscriminadamente. No un responsable político que tiene una orden de detención que toda Europa ha rechazado y que, por supuesto, no ha matado a nadie. ¿Cuántas órdenes de detención existen en estos momentos vigentes contra ladrones, violadores, narcotraficantes y asesinos? ¿Y cuántos dispositivos como el de ayer se están montando? ¿No se les cae la cara de vergüenza?", sostiene.
Antes de finalizar su larga explicación, ha lamentado la "españolización" de los mossos y ha hecho una consideración final sobre los responsables del cuerpo. "Si el conseller Elena y el departamento de Interior hubieran cumplido con la ley y me hubieran dado el escolta que me corresponde, habrían sabido en todo momento cuál era mi recorrido por Barcelona y por Cataluña. No hubiera sido necesaria la delirante operación de ayer, que formará parte para siempre de su biografía pública. Y no como un mérito precisamente", ha finalizado.