La boxeadora Imane Khelif responde a las críticas sobre su sexo después de colgarse el oro olímpico: "Nací mujer, de eso no hay duda"
La argelina ha cargado contra sus críticos calificándoles de "enemigos del éxito"
Imane Khelif besa su medalla de oro olímpica / Richard Pelham
Después de toda una competición en el foco de la opinión pública por su sexualidad, la argelina Imane Khelif cerró su participación en los Juegos Olímpicos de París en lo más alto de la categoría femenina de -66kg. Tras un primer combate en el que venció con cierta dosis de polémica por la renuncia de su rival, la italiana Angela Cabrini, la púgil ha continuado su camino con paso impoluto hasta el oro. Su éxito presentó una oportunidad inmejorable para, después de todos los comentarios vertidos durante la competición, reivindicar su feminidad ante el mundo entero.
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"En cuanto a la cuestión de si estoy cualificada o no, de si soy mujer o no, he hecho muchas declaraciones a los medios de comunicación diciendo que estoy plenamente cualificada para participar en esta competición. Soy una mujer, como cualquier otra mujer", comentó una reivindicativa Khelif en la sala de prensa, insistiendo en su mensaje para que quedase lo más nítido posible: "Nací mujer, de eso no hay duda".
Tampoco desaprovechó la oportunidad para cargar contra sus críticos: "Hay enemigos del éxito, así los llamo yo. No son más que enemigos del éxito. Y eso le da a mi medalla de oro un sabor especial, por sus ataques".
La argelina calificó los Juegos Olímpicos como "un sueño" que este 2024 le ha visto tocar la gloria después de una mala puesta en escena en la anterior edición, en Tokio. "Entonces no estaba bien preparada. Fue durante el covid, así que los tiempos eran difíciles, pero aquí en París todo el mundo en Argelia y en el mundo árabe sabe lo duro que he trabajado para conseguirlo", expuso, agradecida además a su entrenador, su principal baza según ella: "Me he entrenado sobre todo en EEUU, como preparación para los JJOO, con un entrenador increíble, Pedro Díaz. Tiene 21 medallas olímpicas, pero hoy tiene 22. Se merece mi medalla tanto como yo".
Respecto a su caso se ha pronunciado incluso el mismísimo Comité Olímpico Internacional, consciente de las dificultades existentes en esta cuestión. "Si alguien nos presenta un sistema científicamente sólido de cómo identificar hombres y mujeres, seremos los primeros en aplicarlo. No nos gusta esta incertidumbre", ha llegado a asegurar su presidente, Thomas Bach, preguntado por ello.
