Pau Echaniz, entre la medalla olímpica y el diseño de moda: "Ir al taller me ayuda a sacar mi mente del deporte y disfrutar de mi otra pasión"

Madrid

Pau Echaniz es a sus veintitrés años una de las sensaciones de la delegación española en los Juegos Olímpicos de París 2024. El ganador del bronce olímpico en K1 masculino de piragüismo en eslalon todavía no le ha buscado sitio a la medalla en algún rincón de su casa, pero ha confesado que intenta tocarla poco porque "pasas un poco la uñita y en las de bronce se quita un poco el gel". Este año, como dato, las medallas llevan un cachito de metal de la Torre Eiffel.

El piragüista convive en casa con dos ejemplos a seguir, Xabi Echaniz y Maialen Chourraut también medallistas olímpicos, de los que recuerda sus entrenamientos con ellos desde pequeño. Echaniz ha estado en contacto con el piragüismo casi desde que nació, pero tras ganar la medalla mantiene que tanto él como su familia le dan mucha importancia a mantener los pies en el suelo: "Me da un poco de miedo lo que implica ganar y estar en la nube, creo que es fácil irse por las ramas así que estoy intentando hacer las mismas cosas de siempre".

"Ir al taller me ayuda a sacar mi mente del deporte y disfrutar de mi otra pasión", cuenta sobre su otra profesión, la moda. Por las mañanas estudia, por la tarde entrena y después va a un taller a coser un rato. El deportista tiene su propia marca, Ranger Universal, y está en mitad de sus estudios en diseño de moda en la Escuela Profesional de Grado Superior de Moda y Patronaje de San Sebastián.

"Es verdad que las camas eran de cartón pero yo he dormido muy bien", bromea sobre los entrenos en París 2024 y su estancia en la villa olímpica. Y respecto a la equipación ha destacado que "un día de clasificatorias llovió mucho e hizo mucho frío, y mientras los alemanes y los ingleses iban bien abrigados, nosotros llevábamos una chaquetita". El Comité Olímpico Español haría bien en apuntar sus recomendaciones y darle un toque para el diseño de los próximos uniformes.

El pasado jueves en el canal Vaires-sur-Marne de aguas bravas el deportista puso patas arriba la final cuando se colocó en el podio con un tiempo de 88'87", mejorando su marca anterior y dando la sorpresa tras haber sido el último clasificado en la semifinal. Después de su actuación, el palista tuvo que presenciar el descenso de los once finalistas restantes. Se sucedieron uno tras uno pero ninguno consiguió acercarse al resultado de Echaniz. Incluso, el gran candidato al oro Joseph Clarke (campeón en Tokio 2020) se quedó fuera del ránking mientras la emoción se desataba en la delegación española al constatar que la medalla era para el vasco.