Política

Primeras imágenes de Puigdemont en Waterloo tras su fuga: "Lo arriesgamos todo para poder estar y les aseguro que no fue una operación sencilla"

El expresident ha dejado entrar a TV3 a su residencia de Waterloo y ha insistido en que "nunca ha querido facilitar su detención"

Carles Puigdemont, en Waterloo

Madrid

El expresident de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont se ha dejado ver en su residencia de Waterloo tras huir de España el jueves. Puigdemont regresó a Cataluña para la sesión de investidura de Salvador Illa, pero no llegó a entrar en el Parlament. El líder de Junts se dio un baño de masas en el Arc de Triomf, donde pronunció un discurso llamando a la independencia de Cataluña y criticando la politización de la Justicia, y después se esfumó.

Más información

Puigdemont ya ha dicho en un vídeo publicado en su perfil de X este sábado que su intención no era entregarse a las autoridades judiciales y que entrar en el Parlament hubiera supuesto su detención y que no le dejaran ejercer su derecho como diputado. Ahora, ha escrito un mensaje en la misma red social, con un vídeo desde su residencia en Waterloo, a donde ha permitido entrar al medio catalán TV3.

Así, ha vuelto a insistir en la misma idea de que su intención era estar en el Parlament "para ejercer mis derechos políticos". "Era el objetivo de volver del exilio, sabiendo que una vez dentro del Parlamento se haría muy difícil -pero no imposible- salir libre", ha dicho. "Lo arriesgamos todo para poder estar, y les aseguro que no fue una operación sencilla", ha añadido.

"Yo nunca he querido facilitar mi detención"

En este sentido, el expresident ha contado que en 2018 tenía otra operación similar "para entrar sin ser detectados e intentar acudir a la toma de posesión si se producía la investidura". "Yo nunca he querido facilitar mi detención. Mucha gente me pedía que no me pusiera en riesgo, pero yo decidí asumir el riesgo y el coste que podía acarrear a cambio de poder entrar y hablar en el Parlament", ha señalado. "Lo que no tenía ningún sentido era ir a una detención segura sin poder siquiera entrar en el Parque de la Ciutadella. Era una forma de dejarme detener sin poder tomar la palabra, es decir, de entregarme voluntariamente de forma gratuita", ha añadido, calificando este hecho de "sacrificio inútil".

"Por eso decidí intentar impedir mi detención. Si no me habían dejado hablar, yo no tenía que dejarme detenerles. Así de claro. Asumía que la operación era prácticamente imposible, y que los costes serían enormes si fracasaba. Pero era la única forma de que el riesgo y el sacrificio tuvieran sentido, sobre todo si salía bien. Y salió bien, por muchos factores que ahora no hace falta detallar y que durante mucho tiempo no podremos explicar", ha continuado, afirmando que "es ejercitar el derecho a resistirse a la opresión y que unos jueces se nieguen a aplicar leyes aprobadas por el Congreso es opresión".