Se cierra el telón en París después de 16 días sin freno en la Villa Olímpica. España ha cerrado su participación este domingo celebrando además su último éxito en el torneo, una medalla de bronce en balonmano masculino que ha sabido como un oro. En total, 18 metales (5 oros, 4 platas y 9 bronces) han vestido de gala el medallero de la delegación española, que mejora así sus registros de los dos últimos Juegos Olímpicos (17 en Tokio 2020 y en Río 2016). En Carrusel Deportivo hemos vibrado con las gestas de los nuestros en disciplinas de todo tipo, desde el judo del primer día con Fran Garrigós hasta la reedición del bronce en balonmano masculino en la última fecha posible: El judo español destapó la lluvia de metales a orillas del río Sena desde el día 1. Fran Garrigós acaparó los focos en la categoría de -60kg después de una larga jornada en la que parecía resistirse la medalla, pero acabó desatando las celebraciones en España. El judoca quedó a las puertas de la final, pero no desaprovechó la oportunidad en un reñidísimo combate por el bronce frente al georgiano Giorgi Sardalashvili. La segunda medalla para España se hizo de rogar hasta el ya famoso «Súper Jueves» en el que la marcha empezó la jornada tirando del carro. Álvaro Martín protagonizó el éxito más madrugador de estos JJOO, redondeando con un bronce una carrera sensacional en la prueba masculina de 20km. No sería su única presea en París. A España le fue la marcha en París 2024. Se encargó de ratificarlo María Martín en la prueba femenina de 20km marcha, obteniendo una plata que subió de nivel la puesta en escena de los españoles en el medallero. La granadina nos hizo soñar incluso con el primer oro de la edición, pero terminó consagrándose como la primera subcampeona en la delegación española. Una de las mayores sorpresas de España, si no la mayor. El canal de aguas bravas de París nos tenía deparada la irrupción en lo más alto de nuestro Pau Echaniz. El piragüista no se conformó con el diploma olímpico tras pasar a la gran final del K1 masculino de piragüismo en eslalon y, pese a acudir a la cita con el peor de los tiempos en la semifinal, firmó un descenso bárbaro que bien valió un bronce olímpico. Hay deportes que nunca dan la espalda a la delegación española. La vela, el que más medallas ha aportado a España en la historia de los JJOO, volvió a ser fiel en la cita con el podio. En esta ocasión, la pareja formada por Florian Trittel y Diego Botín conformó un 49er de otro nivel, sumando la primera medalla de oro para España en una prueba de skiff masculino en la que derrocharon superioridad. El boxeo puso fin en París a una sequía de 24 años sin medallas olímpicas. «El Profeta» Enmanuel Reyes Pla fue quien inscribió su nombre en la historia de nuestra delegación, asegurando un bronce con puño de hierro en pesos pesados que a la postre supo a poco. Su no clasificación a la final por decisión de los jueces acabó cortando sus aspiraciones. Roland Garros se antojaba como uno de los escenarios más esperanzadores para la delegación española, que reunión en su equipo de tenis a una gran constelación de estrellas. Y aunque algo más fuera de foco, el dobles femenino fue el primero en dar resultados sobre la arcilla. Sara Sorribes y Cristina Bucsa, después de caer en semifinales frente a las rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider, se dejaron los restos en el partido por el bronce ante las checas Linda Nosková y Karolina Muchová, firmando una gran respuesta que significó un podio. Sólo el Novak Djokovic más heroico fue capaz de poner freno a las aspiraciones de Carlos Alcaraz. El español acudía a la Philippe-Chatrier como el gran favorito del cuadro de individuales masculino de tenis, acudiendo a la cita como campeón de Roland Garros y Wimbledon, pero su debut olímpico quedó a las puertas del oro. Dos «tie-breaks» perdidos en el partido más inoportuno sirvieron al tenista español una peleada plata después de una final del más alto nivel tenístico. No pudo tener mejor estreno la selección femenina de baloncesto 3x3 en unos JJOO. En la segunda presencia de este deporte en el calendario olímpico saltaron las sorpresas, y de qué manera. España y Alemania se jugaron el título en una apasionante final que nos hizo quedar en Carrusel Deportivo, donde vivimos incluso un último lanzamiento a canasta que estuvo a punto de multiplicar las opciones de oro en los últimos segundos. Si Álvaro Martín y María Pérez ya habían sido capaces de demostrar su grandeza por separado, el éxito de su dúo en la marcha mixta fue una apuesta segura. Así lo confirmaron ambos en la marcha mixta, donde subieron una marcha más (valga la redundancia) y se consagraron junto a la Torre Eiffel con un oro reivindicativo para su disciplina. Dos ediciones después, la natación artística ha vuelto a aportar nuevas medallas a las arcas de España. En la rutina por equipos y al ritmo de «West Side Story», las españolas dieron un golpe sobre la mesa regresando a un escalafón que vuelve a recordar a los tiempos más gloriosos. Txell Ferré, Marina García, Lilou Lluis, Meritxell Más, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tío y Blanca Toledano se lucieron en la piscina para darse un codiciado baño de bronce. También nos hemos acostumbrado a narrar las gestas olímpicas de nuestros piragüistas, que hicieron pleno en todas las semifinales de París 2024 y nos deleitaron con otras dos medallas. La primera vino de la mano del C2 500 masculino formado por Diego Domínguez y Joan Antoni Moreno, que nos brindaron un bronce tras medio kilómetro de infarto. Pocos minutos después de la última, España obtuvo una histórica medalla en el canal de aguas tranquilas de París. El K4 de Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade y Marcus Cooper volvió a cumplir con creces, quedándose con el bronce en un podio que se dirimió por la «photo finish». Especial fue sobre todo el caso de Craviotto, que con este éxito se coronó como el primer español en ganar seis medallas olímpicas. En la prórroga y ante la anfitriona, «La Roja» nos deleitó también en París 2024. Todavía con la resaca del título de la Eurocopa acudían los futboleros a este compromiso, que volvió a salir redondo. Se nos agotaron los calificativos en una final irrepetible, en la que Francia forzó el tiempo extra con un penalti en el descuento y Sergio Camello puso la puntilla con dos goles pasado el minuto 100 para rascar el oro de nuevo después de 32 años. Este 3-5 nos dejó exhaustos incluso en el micrófono. Nuestro triplista acudía a los JJOO como el rival a batir después de su título en el Europeo de hace unas semanas, destronando a un portugués Pedro Pichardo con el que también tuvo el pulso más bonito en el foso. Sin embargo, Jordan Díaz inició la final de forma sobresaliente y, ya con su primer salto de 1786, se erigió como inalcanzable para el resto de participantes. El delirio se hizo plausible en la Cadena SER al ver que nadie conseguía inquietar su marca, firmando así el primer oro de un español en el triple salto. París 2024 supone también un antes y un después para el waterpolo español. Dos finales se le habían escapado de las manos a nuestra selección femenina, pero a la tercera sería la vencida. Las de Miki Oca, que venían también de sumar la plata en Tokio, se resarcieron a lo grande ante Australia. La celebración estuvo cargada de liberación, reuniéndose familiares, banquillo y campeonas en un mar de lágrimas que tampoco pudimos contener en antena. No conforme con el hito de haber roto la sequía olímpica del boxeo, nuestro peso súperpesado nos hizo soñar con un oro. Ayoub Ghadfa firmó un camino intachable hasta la gran final de la categoría de -92kg. Sin embargo, la potencia del uzbeko Jahovir Jalolov resultó imparable sobre el cuadrilátero de un Roland Garros que lució como nunca antes. La plata, aun así, supo a gloria. El goteo de medallas se mantuvo hasta el último día. A escasas horas de la ceremonia de clausura de París, España se despertó ya con las emociones a flor de piel. Los «Hispanos» nos pusieron el corazón en un puño durante todo el partido por el bronce frente a Eslovenia, y tanto sufrimiento terminó de explotar cuando el tiempo llegó a su fin con un ajustadísimo 23-22 que revalidó el sitio en el podio para el balonmano masculino español.