Política

Salvador Illa abre una nueva etapa en Cataluña y acaba con 14 años de gobierno independentista

El nuevo president toma posesión del cargo ante las explicaciones de Puigdemont sobre su marcha tras el mitin en Barcelona

El presidente electo de la Generalitat, Salvador Illa (d), y el expresidente, Pere Aragones, durante el acto de toma posesión de Illa este sábado en Barcelona / ANDREU DALMAU (EFE)

Madrid

Este sábado Salvador Illa consumó el cambio en Cataluña. Tras unas elecciones que dejaron un panorama tenso y complicado y tras meses de negociaciones, los acuerdos del PSC con ERC y los Comuns consolidaron la investidura del socialista que termina con 14 años de independentismo.

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Illa tomó posesión del cargo en un acto que duró apenas una hora en el Salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat con la presencia de ministros socialistas o figuras como la del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Un "ejemplar" Aragonès le interpuso la medalla de la presidencia, con elogios por el agradable traspaso de competencias entre ambos que simbolizó la continuidad de la institución, en palabras del propio Salvador Illa.

"Doy continuidad a la presidencia de Aragonès, a quien agradezco un traspaso de responsabilidades ejemplar y respetuoso. Mi propósito es gobernar para todos y mis principales ejes serán unir y servir", aseguró en su primer discurso como president de la Generalitat y con un gran número de manifestantes en la puerta del Palau, tanto socialistas para celebrar su nombramiento como partidarios de la independencia, con carteles cargando contra los acuerdos PSC-ERC.

"Cataluña es tierra de acogida, lo ha sido siempre y lo será. Y Cataluña es solidaria, nuestra voluntad de ser es también de convivir, de defender nuestra lengua y nuestra tierra. No es contra nadie, ni para perjudicar a nadie", ha añadido, con la financiación singular más presente que nunca.

Puigdemont da explicaciones el mismo día de la toma de posesión de Illa

Por otro lado, el expresident Carles Puigdemont reapareció el día de la toma de posesión de Illa en un vídeo difundido a través de sus redes sociales, de ocho minutos de duración, y donde explicó desde su negativa a ser detenido a modo de justificación por su marcha al exilio, así como su crítica a la Justicia, a la que acusó de burlar las leyes y de trabajar para hacer "política" y no "Justicia".

"Acceder al Parlament hubiese conllevado una detención segura y no tener la más mínima posibilidad de dirigirme la cámara, que era mi objetivo", explicó en el vídeo. "Nunca he querido entregarme a una autoridad judicial, que ni es competente para perseguirnos por defender el derecho a la autodeterminación y haber organizado el referéndum de independencia de Cataluña, ni tiene ningún interés en hacer justicia", añadió.

Más tarde, el expresident se dejó ver en el jardín de su residencia en Waterloo en unas declaraciones a TV3, donde ha vuelto a insistir en la misma idea de que su intención era estar en el Parlament "para ejercer" sus "derechos políticos".

"Mucha gente me pedía que no me pusiera en riesgo, pero yo decidí asumir el riesgo y el coste que podía acarrear a cambio de poder entrar y hablar en el Parlament. Lo que no tenía ningún sentido era ir a una detención segura sin poder siquiera entrar en el Parque de la Ciutadella. Era una forma de dejarme detener sin poder tomar la palabra, es decir, de entregarme voluntariamente de forma gratuita", ha afirmado.

El Gobierno da alas a Illa mientras el PP pone el foco sobre el "silencio de Sánchez"

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue una de las invitadas a la toma de posesión de Illa y no dejó escapar la oportunidad de dar alas al nuevo Govern socialista en Cataluña y proyectar esperanza sobre el Ejecutivo.

Montero reivindicó que espera que "el nuevo Gobierno sea capaz de consolidar reforzar el papel importante de los Mossos en Cataluña en su coordinación con el resto del Estado. Yo confio en el buen hacer y la capacidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que cometan su cometido", afirmó. La vicepresidenta pidió a Illa que "sea capaz de consolidar a un cuerpo que siempre ha hecho un excelente trabajo".

Mientras tanto, el PP se centró en el "silencio de Pedro Sánchez" sobre la entrada y posterior huida de Puigdemont de España. En un acto en Marbella, el coordinador general de la formación, Elías Bendodo, ha criticado que el presidente del Gobierno "esté en la playa como si no hubiera pasado nada".

"El silencio de Sánchez ante esta situación es clamoroso y ensordecedor. Es una vergüenza que el presidente del Gobierno no haya dicho ni pío sobre la que ha sucedido en los últimos días porque todos los españoles sabemos que esto lo han montado entre Sánchez y el independentismo catalán", ha asegurado.

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