Muere el artista donostiarra Juan Luis Goenaga a los 74 años
"Se nos va una parte del corazón, nos queda su obra, su inmenso recuerdo y su ejemplo humanista", ha escrito su yerno, el portavoz del PP Borja Sémper, para despedirle
San Sebastián
El pintor donostiarra Juan Luis Goenaga ha fallecido este martes a los 74 años, según ha confirmado a través de su cuenta en X el dirigente popular y suegro del artista, Borja Sémper. Posteriormente ha sido la hija del artista, Bárbara Goenaga, la que ha dado más detalles de lo sucedido y ha confirmado que su padre padecía desde hace tres años una enfermedad de la que no han querido informar previamente.
"Estos últimos tres años, han sido los mejores que hemos pasado juntos, paradójicamente. Duros y bonitos. Sabíamos que iba a llegar el día (tú nunca lo creíste y menos mal) y teníamos dos opciones: contárselo a la gente y vivir los últimos años en la enfermedad, o no contar nada a nadie y dedicarnos a exprimir la vida. Decidimos la segunda opción, y menos mal. Te grabé hasta los zumos de naranja que tomaste, sabiendo que podían ser los últimos. 'Para el futuro' me decías. A veces incluso repetías las tomas donde no te gustabas. ¡Qué bien lo hemos pasado, aita!", ha escrito la intérprete en Instagram, acompañado de un montaje en vídeo con algunos de los momentos más especiales del artista.
Su yerno, Borja Sémper, ha escrito en su mensaje de despedida que fue "un hombre honesto y libre, como solo saben serlo los artistas de verdad". "Se nos va una parte del corazón, nos queda su obra, su inmenso recuerdo y su ejemplo humanista. Goian bego", ha añadido.
Goegana ha sido uno de los máximos exponentes del expresionismo vasco, un creador autodidacta que comenzó su carrera artística a finales de los años 60 y que alimentó su arte de la naturaleza de la que ha estado rodeado durante casi toda su vida en su casa de Alkiza (Gipuzkoa).
Muy arraigado a su tierra
En los últimos años participó en varias exposiciones en su ciudad natal, entre ellas la que le dedicó la Sala Kubo en 2020, con la que este espacio situado en el edificio Kursaal retomó su actividad tras el cierre obligado por la pandemia de la covid y saldó "una deuda" con el artista. Era un hombre tímido, de pocas palabras, que prefería expresarse a través de su obra. Estudió grabado en Barcelona y se acercó a la escultura en París, hasta que eligió Alkiza como residencia y comenzó su profunda comunión con la tierra y las raíces.
Pero no solo convivió con las gamas de su paisaje vital, también lo hizo con los colores vivos, de la misma manera que lo hizo con la figuración y la abstracción. Con la fotografía, desarrolló un extenso trabajo a partir de 1970 que poco a poco fue abandonando por la pintura.
La trayectoria creativa de Juan Luis Goenaga había quedado recogida en diferentes catálogos, pero hasta finales de 2018 no vio la luz una monografía sobre su obra, sobre el trabajo realizado desde 1968, de la que se encargó el historiador del arte Mikel Lertxundi Galiana.
En ese amplio volumen quedaron reflejados de los comienzos con sus series apegadas a la tierra, a la orografía y el clima vascos. Ese libro permite seguir su trabajo posterior, las series en las que se sumergió de lleno en el mundo pop y urbano a finales de los 70 y primeros 80, y también las de su universo interior, y sus pinturas vinculadas al caserío y a la arqueología.
No podía ser de otra forma al analizar la carrera de un artista para el que la pintura fue "sagrada". "Desde la cueva de Ekain (gruta guipuzcoana que conserva unas excepcionales pintura rupestres) a El Greco. Es lo mismo", dijo el creador vasco en una de sus escasas intervenciones ante la prensa.