Sueldos bajos y minipisos por 1.000 euros: por qué los jóvenes están "condenados" a vivir con sus padres

Madrid

En España, 7 de cada 10 jóvenes que trabajan no pueden emanciparse. Los últimos datos del Observatorio de Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud de España, evidencian —una vez más— la realidad a la que se enfrentan la mayoría de los jóvenes: independizarse se ha vuelto un objetivo prácticamente imposible.

Según este estudio, el 17% de la población joven está ya emancipada (236.333 personas lo han hecho recientemente, según datos del segundo semestre del 2023) y no se alcanzaba una tasa así desde mediados de 2020, aunque sigue estando 1,6 puntos por debajo del nivel anterior a la crisis del covid. Un dato que también se sitúa 14,9 puntos por debajo de la media europea y muy lejos del 25% de 2007.

En una entrevista concedida a Hoy por hoy, el economista Santiago Carbó ha asegurado que difícilmente se va a poder solucionar este problema a corto plazo porque la clave es "crear oferta", lo cual significa "construir vivienda" para aumentar el parque disponible, "y eso lleva tiempo". En su opinión, la situación no mejorará sensiblemente hasta dentro de "5 o 7 años".

"Un monstruo con muchas cabezas"

Otra de las claves es que, aunque los salarios han aumentado en los últimos años, lo han hecho por debajo del crecimiento medio de la vivienda. Tal y como ha detallado en Hoy por hoy el secretario de Juventud de CCOO, Adrià Junyent, el sueldo medio de los jóvenes españoles es 1.005 euros, mientras que el alquiler asciende a 968 por lo que, si a eso le sumamos los suministros, la emancipación es inviable.

Los sueldos aumentan en la franja de los 30-35 años, pero según Junyent "la precariedad juvenil se está cronificando porque las condiciones no mejoran con los años". Un estudio de CCOO, de hecho, apuntaba a que la mayoría de las personas no llegan a tener un trabajo a tiempo completo y contrato indefinido, con salario mínimo, hasta los 38 años, y solo en esas condiciones se suele producir la emancipación.

"No hay presente para la juventud ni para muchos que ya no son jóvenes", ha asegurado Junyent. "En los últimos 3 años, con la reforma laboral de 2021, se ha conseguido mejorar la calidad del empleo, pero la precariedad es un monstruo con muchas cabezas y, aunque se haya mejorado la contratación, aún no ha pasado lo mismo con los salarios o con la contratación a tiempo completo".

Junyent ha denunciado que algunas empresas cometen fraude con los periodos de prueba, como "la empresa líder de VTC en Madrid", pero el quid de la cuestión, desde su punto de vista, es que el mercado laboral español no genera puestos de trabajo con valor añadido. "Los jóvenes están muy presentes en la hostelería o la consultoría, pero no es culpa nuestra. Estamos sobrecualificados y la economía española no genera ese tipo de trabajos".

Encontrar piso: misión (casi) imposible

Más allá de las condiciones laborales, la evolución del mercado de la vivienda complica mucho las cosas. Según las opiniones recabadas por Radio Bilbao, en el País Vasco muchos jóvenes asumen que sus salarios solo sirven para pagarse algunos caprichos, pero, aunque trabajan, siguen necesitando el apoyo de sus padres.

Los pisos más baratos de Bilbao rondan los 250.000 y suelen necesitar una reforma. Para acceder a una vivienda "para entrar a vivir", de hecho, es habitual toparse con precios cercanos a los 600.000. Y lo más barato de San Sebastián, por ejemplo, está a las afueras y no baja de 180.000 euros.

También es crítica la situación en Baleares. En Palma, por ejemplo, solo hay 12 pisos de alquiler (el 1% del total) disponibles por menos de 800 euros, y todos ellos están fuera de la capital. No solo eso: exigen tres meses de fianza y un contrato fijo, no permiten animales de compañía, y suelen estar disponibles solo de octubre a junio.

Para alquilar el piso más barato de Madrid es necesario demostrar unos ingresos mínimos de 1.600 euros y en localidades del sur, como Alcorcón, Parla, Getafe, o Humanes, empiezan a proliferar las ofertas de pisos de entre 20 y 40 metros cuadrados que valen ya entre 500 y 1.000 euros.