Las materiales que no sabías que, en realidad, son marcas comerciales

¿Quién no ha pedido un 'Kleenex' o ha escrito sobre un 'Post-it'? En nuestro día a día hemos adoptado de forma genérica el nombre de marcas o materiales para referirnos a productos que, en realidad, tienen nombre propio. Alrededor de una marca puede haber mucha investigación, de mercado, de narrativa, de clientes o de historia de la empresa... pero en este programa de 'La Trastienda de las marcas', Julio Guerra y Fernando de Córdoba se fijan en aquellas que han salido directamente de la investigación.

"La investigación lleva a la innovación y, a su vez, la innovación ha de ser protegida por una marca", explica de Córdoba, que destaca que, en muchos casos, conocemos los productos por el nombre de la marca, sin necesariamente conocer que se trata de eso, de una marca. Guerra y de Córdoba repasan algunos de los ejemplos más curiosos que usamos en nuestro día a día.

Los materiales que son marcas

El más conocido es el caso de 'post-it', los papelitos amarillos adhesivos. "Tan solo se llaman así si son de la empresa '3M'", explica el experto. Aunque de primeras, no parece que estos papelitos que tenemos tan normalizados puedan haberse desarrollado a raíz de una investigación, de Córdoba revela lo que los hace únicos: que se peguen y despeguen tan fácilmente. El nacimiento del post-it surgió, en realidad, por error, cuando un trabajador intentaba encontrar la fórmula de un pegamento 'superfuerte', pero logró lo contrario. Un adhesivo muy débil, pero que se podía quitar y poner.

Otro ejemplo perfecto, es el caso de Lycra, el tejido elástico que usan los ciclistas. Si no es el caso de la marca, el material realmente se llama elastano. "Se le puso el nombre de Lycra al material porque no íbamos a ir a la tienda pidiendo elastómeros termoplásticos y, porque su descubrimiento fue tan revolucionario, que ese nombre era mucho más potente", dice de Córdoba.

De la ropa, vamos a las sartenes. Teflón es la marca del componente que forma parte de este utensilio que está presente en todas las cocinas del mundo. "Uno de los primeros usos que tuvo el teflón fue para el desarrollo de la bomba atómica, pero pronto pasó a emplearse para aparejos de pesca", cuenta de Córdoba. Pero la revolución llegó cuando a una pareja de franceses se le ocurrió utilizar sus cualidades antiadherentes para las sartenes y que no se peguen los alimentos.

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