Tribunales

Interior admitió al Supremo la fragilidad de los controles fronterizos: "Resulta muy difícil garantizar una impermeabilidad absoluta"

La Cadena SER accede al informe íntegro que el Ministerio del Interior ha remitido al Tribunal Supremo donde se confirma que la tarde del 8 de agosto, Policía y Guardia Civil montaron un "dispositivo conjunto" en el entorno del Parlament "ante la hipótesis de que el 'expresident' intentara acceder para participar en la parte restante del acto de investidura y votación al candidato"

Llegada del líder de Junts Carles Puigdemont a las inmediaciones del Palau de la Generalitat de Catalunya, el pasado 8 de agosto. / Alberto Estevez (EFE)

Madrid

El Ministerio del Interior no vio justificado reactivar el control de fronteras raíz de la segunda fuga del expresident catalán, Carles Puigdemont, del pasado 8 de agosto. El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska reconoció por escrito que el código de fronteras Schengen contempla la posibilidad de restablecer de manera temporal los controles en las fronteras interiores, pero no lo hicieron alegando que era "una medida ‘de último recurso’ que, por lo expuesto, no está prevista para supuestos como el objeto de este informe".

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Pero en su informe remitido al Supremo, el Ministerio del Interior apunta algo más. En el documento íntegro al que ha tenido acceso la Cadena SER se admite la fragilidad de los controles fronterizos porque dadas las limitaciones naturales de la propia frontera "resulta muy difícil que cualquier control policial pueda garantizar una impermeabilidad absoluta, incluso disponiendo de información previa o dispositivos de seguimiento", según reconocen por escrito, dando por hecho que la "propia naturaleza de la frontera", tanto terrestre, como marítima, "permite que pueda cruzarse por cualquier lugar".

Carles Puigdemont lo hizo y no fue detectado. Logró fugarse pese a los controles aleatorios que sí se realizaron en los peajes de autopista – en suelo francés-, tal y como también detalló el Ministerio del Interior al magistrado del Supremo, Pablo Llarena, al que se le informó que se realizaron "inspecciones, en cooperación con las autoridades francesas" y "patrullas mixtas ferroviarias y controles en las estaciones de tren y de autobuses".

"Los servicios de información e inteligencia del Ministerio del Interior, durante toda la jornada del jueves 8 se realizaron innumerables comprobaciones de diferentes informaciones que se manejaban", detalla Interior, pero no dieron resultado.

Interior sí montó un dispositivo conjunto en el Parlament

En los dos comunicados de prensa que remitió el Ministerio del Interior se omitió un detalle muy concreto que sí recoge el informe original remitido al Supremo. El Ministerio del Interior sí desplegó a agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en el entorno del Parlament. Se hizo "durante la tarde del mismo día 8 de agosto" – no detallan cuándo-, ante la "hipótesis de que el ex President intentara acceder al Parlament para participar en la parte restante del acto de investidura y votación". Ese despliegue entra en contradicción con la justificación que se dio en todo momento sobre la responsabilidad de los Mossos en el diseño y ejecución del operativo. Interior se amparó en el artículo 164 del actual Estatuto de Autonomía de Cataluña para activar "dispositivos paralelos" en "los alrededores, a la entrada o dentro de dicha sede parlamentaria".

El informe del Ministerio del Interior confirma que se activaron recursos "extraordinarios", pero no se hizo de inicio, se tomó la decisión una vez que se comunicó la fuga del expresident catalán. No fue hasta ese momento cuando se activaron. No fue el ministro del Interior, se hizo a través del delegado del Gobierno de Cataluña, fue él quien "impartió instrucciones al jefe superior de Policía y al general jefe de Zona de la Guardia Civil para que "se activasen los recursos operativos y de inteligencia extraordinarios de ambos cuerpos" para localizar y proceder a la detención del expresident.

Ese refuerzo operativo se centró en un "refuerzo de la vigilancia de puertos y aeropuertos de la Comunidad de Cataluña, y se dispusieron dispositivos operativos en ciertas vías públicas, en especial aquellas que conducen o están próximas a la frontera con Francia, aunque las vías de alta capacidad quedaron bajo la responsabilidad de los Mossos de Esquadra".

En el informe al que ha tenido acceso la SER se detallan todos los controles que se activaron:

En la Provincia de Lleida:

  • Rotonda entrada localidad de Bossost.
  • Rotonda salida de la localidad de Vielha.
  • Aduana de La Farga de Moles con Andorra.
  • Cruce de la C-14 con la N-260, en la localidad de Adrall.
  • Rotonda salida del túnel del Cadí, sentido Puigcerdà.
  • Salida norte de la localidad de Tremp.
  • Salida norte de la localidad de Artesa de Segre. Rotonda salida de la localidad de Ponts.

En la Provincia de Girona:

  • N-152 cruce con la N260, km. 170.
  • C-38, km 0, en Coll d'Ares.
  • GI-503, km. 14 100, en Massanet de Cabrenys.
  • Acceso a Francia por Coll de Banyulls (camino asfaltado rural).
  • GI-505 km 1'7, Col de Manrella.
  • N-260, km 0 por Port-Bou.
  • N-II km 777'300 a la altura de "Le-Perthus" Els Limits.

Estos dispositivos actuaron hasta las 24 horas del sábado 10 de agosto.

Javier Bañuelos

Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de...