Un nuevo sabotaje contra la distribución de agua potable afecta a miles de personas en Alemania

Por segunda vez esta semana un depósito de agua que da servicio a una base del ejército alemán ha sufrido un sabotaje que ha obligado a cortar el suministro. Hace unos días se detectó una acción parecida en una base de Colonia a la que se comprobó que una persona había podido acceder al realizar un agujero en la valla exterior, y este viernes ha sucedido lo mismo en la localidad de Mechernich, también en el oeste del país.

En este caso, aunque las autoridades han descartado la introducción de elementos químicos o biológicos que pudieran hacer pensar en una acción terrorista, sí que la afectación ha sido mayor, ya que ese mismo depósito da servicio a la localidad en la que está la base. Por ello, hasta 10.000 personas se han quedado sin acceso a agua potable y las autoridades recomiendan que se hierva el agua cuando se vaya reestableciendo el servicio a lo largo del día.

Estas bases han sido utilizadas por Alemania para prestar apoyo logístico a la resistencia ucraniana y esta misma semana la OTAN ha reconocido que también investiga un incidente del que apenas ha dado detalles en la base de Geilenkirchen, donde duermen aviones de combate de la Alianza Atlántica. El Gobierno de Alemania ha confirmado que mantiene en marcha investigaciones sobre todos estos sucesos aunque todavía no ha ofrecido una versión oficial sobre quién está detrás de estos actos de sabotaje.

Sí que el presidente del comité parlamentario que controla la labor de los servicios de inteligencia del país ha sido más claro. Konstantin von Notz apunta directamente a Rusia: "Por supuesto que existe la sospecha de que se trate de una operación de sabotaje rusa. En el pasado, los fiscales generales federales arrestaron a sospechosos de sabotaje rusos en Alemania y en otros países europeos, por lo que, por supuesto, existe una teoría concreta", ha dicho en declaraciones a Die Welt.