Cables submarinos: las arterias bajo el agua por las que circula el 99% del tráfico de Internet
El cable Medusa, en fase de construcción, comenzará su instalación en 2026 en el Mediterráneo para conectar el sur de Europa y el norte de África
Cables submarinos: las arterias bajo el agua que transporta casi el 99% del tráfico de Internet
Casi el 99% del tráfico mundial de Internet viaja por las profundidades de los mares y océanos. Según el Mapa Mundial del Cableado Submarino, que elabora la compañía TeleGeography, hay unos 600 tendidos que influyen en la capacidad y velocidad de los datos digitales que cruzan continentes a alta velocidad. El más largo del mundo es Firmina, con 13.500km. Conecta la costa este de EE.UU con Las Toninas (Argentina), pasando por Brasil y Uruguay. Es propiedad de Google y cuenta con un innovador sistema de alimentación energética.
Esta infraestructura es una de las tantas que podrían destacarse por su capacidad y perfeccionamiento. El Mediterráneo aguarda la instalación del cable Medusa, que enlazará a Europa del Sur con África del Norte: “Unirá a un total de 11 países: Portugal, España, Francia, Italia, Grecia, Chipre, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto. El tendido cuenta con el respaldo financiero de AFR-IX Telecom, Orange y la Unión Europea, a través de las subvenciones del programa Connecting Europe Facilities (CEF).
“Está en fase de construcción en estos momentos. Comenzaremos a instalarlo a finales de 2025 y, como une a tantos países, su activación será entre 2026 y 2027”, explica Norman Albi, CEO de Medusa y AFR-IX Telecom. El cable Medusa amarrará en Lisboa y cerrará sus 7.800 km de recorrido en la ciudad egipcia de Port Said. En España tendrá tres puntos de aterrizaje: Zahara de los Atunes y Torreguadiaro (Cádiz); y en Barcelona. El objetivo es establecer nuevas rutas para diversificar y descongestionar el tráfico de datos, ganar capacidad con un mayor número de fibras por cable y potenciar el acceso abierto.
En lo que respecta a nuestro país, hay un total de 11 cables submarinos con punto de anclaje. Destaca el MAREA, que llegó a la playa vizcaína de Sopelana en junio de 2017, y que llega a Virginia Beach. Se trata de un cable transatlántico de 6.600 km que abre una alternativa a la ruta tradicional. Su trazado, mucho más al sur que otros en el Atlántico Norte, contribuye a salvaguardar la seguridad de las comunicaciones a través de este océano. Sus promotores han sido Microsoft, Facebook y Telxius (Telefónica). MAREA comparte amarre con GRACE HOOPER, el cable de Google que conecta EE.UU, Reino Unido y España.
¿Cómo se instalan los cables?
Norman Albi explica que, en primer lugar, se estudia la topografía de las profundidades marinas: “Creamos una ruta debajo del mar, es como la construcción de una carretera. Utilizamos los mapas para saber por dónde tenderlo”. Los cables nunca quedan suspendidos y, a 3.000 km de profundidad, “no hay problemas por el alto nivel de presión”.
Algunas infraestructuras son bastante cortas, como el cable CELTIX CONNECT de 130 kilómetros que une Irlanda y el Reino Unido. Otras son muy largas, como el cable Asia America Gateway de 20.000 kilómetros. No existe un regulador global de los cables submarinos colocados en alta mar, por lo que las entidades que los gestionan se coordinan directamente con otras industrias marinas, como la de la pesca, la navegación, la del gas y el petróleo, la energía renovable o la minería del fondo del mar. Según el Comité Internacional de Protección de Cables, se instalan atendiendo a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.