Canarias habilita carpas para atender a los menores migrantes tras el colapso de sus centros: "No nos queda otra"
Ya se ha instalado una en Lanzarote y se ha solicitado otra en El Hierro. Actualmente hay 5.200 menores migrantes no acompañados en las islas
Francis Candil, viceconsejero de Bienestar Social de Canarias: "Cada menor tiene una historia trágica"
Madrid
El Gobierno de Canarias denuncia los problemas que están sufriendo para atender la llegada de menores no acompañados a las islas. Tan solo en agosto han llegado 1.200 personas de las cuales 200 son menores y en septiembre se espera que desembarquen muchos más. "En los más de 80 centros de atención a menores en Canarias están siendo atendidos ahora más de 5.200. Necesitamos medidas de extrema urgencia para poder hacer una primera acogida", señala el viceconsejero de Bienestar Social de las islas, Francis Candil, en Hoy por Hoy.
Para hacer frente a esos problemas de capacidad, Canarias ya ha habilitado una carpa temporal en Lanzarote y ha solicitado a las autoridades portuarias de Tenerife que se instale otra en la isla de El Hierro: "No nos queda otra", reconoce Candil, que exige "una respuesta por parte del Estado" a esta situación.
A los problemas de capacidad se unen los de encontrar personal cualificado para atenderles. Por eso, Candil habla de una "falsa tranquilidad", con el número de llegadas creciendo y las dificultades para derivar a los menores a otros puntos de España. De los casi más de 5.200 menores que han llegado solos a Canarias, tan solo han salido 65 de las islas y, en el mejor de los escenarios, con la ley actual solo podrían trasladarse un máximo de 350. "350 al lado de 5.200 no es un número que vaya a dar una solución definitiva. Se necesita un mecanismo que distribuya por todas las comunidades autónomas un número suficiente de menores para que estos niños puedan estar bien atendidos", sentencia. Y advierte: "Pueden llegar 7.000 menores nuevos en los próximos 5 meses".
El viceconsejero de Bienestar Social de Canarias apunta que está aumentando el número de llegadas de niñas: "Cada menor tiene una historia trágica, como una niña de unos 8 años que tuvo que ver cómo arrojaban a su madre al mar. Somos conscientes e que los niños que llegan llegan con auténticos traumas".