El calor vuelve a adelantar la vendimia, aunque los agricultores esperan superar la producción de la campaña anterior
El intenso calor de julio, especialmente por las noches, ha acelerado la maduración de la uva. Desde COAG prevén tensiones en los precios de la uva tinta, que podría venderse por debajo de los costes de producción.
Madrid
El 1 de agosto comenzó oficialmente la temporada de vendimia en España con la cosecha de las variedades de maduración más tempranas. Sin embargo, en algunas zonas empezaron a trabajar a finales de julio. No importa el tipo de uva, si es más temprana o más tardía, o la zona productora: las altas temperaturas han vuelto a adelantar la cosecha de forma generalizada. En España hay unas 960.000 hectáreas dedicadas a la producción de vino y más de medio millón de explotaciones vitícolas.
"Ha sido un verano que empezó tarde, porque fue un mes de junio algo más suave. Pero el mes de julio ha sido prácticamente una especie de ola de calor constante. A lo mejor sin puntas de calor muy fuertes, pero tampoco ha tenido descanso prácticamente", comenta a la Cadena SER el responsable del sector del vino de la organización agraria COAG, Joaquín Vizcaíno.
Según explica, en el adelanto de este año han influido las noches tórridas y tropicales de las últimas semanas: "Hemos tenido unas noches muy cálidas, que es lo que más afecta a la maduración de la uva, porque es cuando la planta tiene esa pausa durante la noche que le permite hacer una maduración más lenta y más adecuada".
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A pesar de ello, los agricultores consideran que la producción de esta campaña será superior a la anterior gracias a las mayores lluvias que han caído en el norte y el oeste de la península, y a pesar de la sequía permanente en el este y sureste. Según sus previsiones, la producción rondará los 39 o 40 millones de hectolitros de vino y mosto. "Por debajo de la media de los últimos años, que está en torno a los 42-43 millones, pero por encima del año pasado, que tuvimos probablemente la cosecha más baja de los últimos 20 años", señala Vizcaíno. La producción de la campaña 2023-2024 bajó hasta los 32 millones de hectolitros, un 21% menos que la anterior, según el Ministerio de Agricultura.
En cuanto a los precios, el auge del consumo de vinos blancos y espumosos, explica Joaquín Vizcaíno, ha hecho que se encarezcan estas variedades en detrimento de las tintas, que llegan a venderse por debajo de lo que le cuesta al agricultor. "En la mayor parte de la producción de este país, sobre todo en las uvas destinadas al tinto, se esperan precios que al menos sean continuos con respecto al año anterior, pero que estén por debajo de los de los costes de producción porque ya lo estaban en años anteriores", afirma.
En su opinión, el sector tiene que "hacer un esfuerzo" para adaptar la producción a la demanda y cultivar las variedades que pide el consumidor. En España, el 53% de la superficie de las viñas corresponde a variedades tintas y el 47% a blancas. Según el informe anual de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, en 2023 las ventas de vino tinto bajaron un 2,1% respecto al año anterior, mientras que las de vino blanco aumentaron un 2,6%.
Carlos Sevilla
Periodista en la sección de Economía, donde cubro la información sobre consumo, energía y el sector...