Internacional

El gobierno de Nicaragua cierra otras 1.500 ONGs

Ortega busca controlar todas las instituciones, lo que representa una clara represión de las sociedades civiles

La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, y el presidente, Daniel Ortega / Presidencia de Nicaragua (EFE)

Madrid

Bajo el pretexto de reorganizar el sector, el dictador Daniel Ortega y su mujer la vicepresidenta Rosario Murillo, anunciaron hace unos días un nuevo funcionamiento de las ONGs en Nicaragua, que han llamado "Alianzas de Asociación". Cada ONG tendrá que "aliarse" con las instituciones estatales y presentar propuestas y proyectos que luego el gobierno aceptará o no.

Con estas medidas, buscaban eliminar la autonomía de los organismos y mantener un control totalitario en la sociedad. La idea era de dar imagen de "normalidad", tras el cierre de 3.600 instituciones en el país, entre ellas ONGs, universidades, centros académicos y misiones humanitarias.

Pero este lunes han anunciado el cierre de 1.500 más, la gran mayoría religiosas, de la iglesia evangélica, además de empresariales y médicas, católicas, sociales, hípicas, educativas, indígenas y de excombatientes.

En la mente de Ortega y Murillo, cualquier organismo que no forme parte de su gobierno, es una amenaza. Es por eso que buscan controlar -o eliminar- todo aquello que no esté bajo su control. Entre 2018 y 2024 la dictadura ha cerrado miles de instituciones bajo la Ley de Regulación y Control de Organismos sin Fines de Lucro, perpetrando además, más de 870 ataques a la Iglesia Católica.

La ONU denunció esta situación en 2022 con una carta dirigida al gobierno de Nicaragua, donde declaraban su preocupación por el cierre indiscriminado y arbitrario de las organizaciones. Denuncian que las clausuras afectan también a asociaciones de ayuda humanitaria, y a aquellas que promueven valores democráticos y luchan contra el cambio climático.