El bonito alegato de Teresa Perales para "desdramatizar" ante las adversidades: "El mundo se acaba cuando te mueres"

La delegación española ultima los preparativos para afrontar los Juegos Paralímpicos de París con las mayores garantías. Sinónimo de éxito se ha convertido en los últimos años Teresa Perales, la máxima referente en nuestro país con un total de 27 medallas paralímpicas y que todavía aspira a engrosar su palmarés en su séptima participación. Cuestiones físicas han obligado a la nadadora a competir en nuevas disciplinas, adaptadas a su pérdida de movilidad en el brazo izquierdo hace dos años y que le han obligado a realizar una doble adaptación, tanto técnica como psicológicamente, según ha contado este miércoles en SER Deportivos.

A una semana de los JJPP, Perales asegura encontrarse "a punto de empezar la puesta a punto", fijándose sobre todo en dos fechas: "El 29 ya empiezo con el 100m espalda. Intentaré ganar medalla, pero en la que mas posibilidades tengo es en la del día 31", asegura, estableciendo el 50m espalda como su carrera predilecta.

La experiencia juega un papel fundamental a favor de la aragonesa en la villa francesa: "Tengo una ventaja muy grande: como ya he pasado por esto seis veces sé que estas semanas son de montaña rusa absoluta. Es normal que algún entren no salga perfecto, que el de mañana será mejor y el momento en que salga todo perfecto no es mañana, sino cuando tenga las pruebas".

"Lo afronto con bastante tranquilidad y, lo voy a confesar, sintiéndome orgullosa de haber sido valiente y seguir todos estos años", amplió, segura de que su principal 'medalla' es la de haber sido valiente en sus decisiones: "Yo mima me pongo la medalla de no haberme rendido nunca. Es la que quiero".

"Siempre tengo una excusa para seguir"

No se pone metas de futuro Teresa Perales, motivada todavía a sus 48 años para seguir compitiendo: "Siempre hay algo más. Siempre tengo una excusa para seguir. José Manuel Ruiz tiene unos Juegos más que yo (sólo tengo siete y él va a por los octavos), Michael Phelps me gana por una medalla... Siempre tengo algo por delante. Hasta que el cuerpo me diga ya y mi cabeza me diga que es el momento, me lo paso tan bien...", rememoró, consciente de que su experiencia "no mucha gente en el mundo tiene la posibilidad de vivirla y es cada cuatro años".

París, incluso, tiene una connotación más especial para Teresa Perales: "La medalla tiene una parte súper especial y una muy romántica, que es traerse un trocito de la Torre Eiffel. En mi caso, además, ese romanticismo se duplica porque hace 20 años que mi marido y yo nos comprometimos en la Torre Eiffel. Además, el día 31 es el día en que gané la medalla en Tokio, es redondo".

"Era como volver a tener discapacidad"

En otro orden de cosas, Perales habló de su cambio obligado de disciplina a causa de su pérdida de movilidad en un brazo: "En apenas año y medio he tenido que ponerme las pilas. He tenido que aprender todo, la biomecánica en el agua utilizando solamente un brazo, cómo flotar teniendo solamente una cuarta parte del cuerpo funcionando en condiciones y sacarle partido...", explicó, además de los complejos que le afloraron de nuevo en estos últimos años.

"Es una bobada muy absurda, pero era cómo volver a tener discapacidad. Desde el '95 hasta hace dos años movía los dos brazos y no las piernas. Me había acostumbrado a eso, para mí ya no era discapacidad", apuntó, achacando además que "el no tener ya autonomía plena ha sido lo mas duro". "Los miedos, las vergüenzas y las tontería se las quita uno enfrentándose a la realidad", prosiguió una Perales que cerró su intervención con un bonito alegato: "Hay un ejercicio que nos vendría a todos fenomenal, que es desdramatizar. No se acaba el mundo por no ganar medallas, no se acaba el mundo porque tengas dificultades... El mundo se acaba cuando te mueres, y mientras tengas vida por delante tienes posibilidades de hacer cosas".