"El cliente nos dice una temática y nosotros proponemos opciones": así funciona la start-up que alquila obras de arte

Las obras de arte están presentes en muchos espacios de nuestra vida, no solo en museos. Y aunque no podemos comprar arte, ahora se puede alquilar gracias a iniciativas como la startup Arspect en la que se pueden alquilar varias obras de artistas emergentes.

Para conocer más detalles sobre este proyecto, el CEO y fundador de la start-up Arspect, Josep Arguimbau ha explicado en La Ventana cómo le surgió esta idea. Además, una de las artistas que trabaja para esta start-up también ha comentado su experiencia trabajando con ellos.

El origen de Arspect

Para empezar, el fundador ha explicado cuál fue su motivación a la hora de crear esta iniciativa: "Yo conocía a algunos artistas y les quería ayudar para que tuvieran otras opciones y pudieran vivir de su proyecto creativo". En definitiva, querían conseguir hacer del arte algo accesible.

Lo que hacen realmente es tener un catálogo en el que ofrecen obras que los clientes pueden elegir alquilar por un tiempo determinado. Puede ser semanas o incluso meses, hasta llegar a comprarlas, en algunos casos, explica. Trabajan con artistas emergentes y normalmente las obras de estos se suelen alquilar para oficinas o viviendas.

Su proceso es sencillo: "El cliente nos dice una temática y los espacios que tienen y de ahí proponemos opciones". En términos económicos, ha confesado que pueden alquilar las obras a partir de de 40 euros por cliente.

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Al final, es un proyecto que gusta a los clientes porque evita cansarse de las obras, subraya. Estar cambiando cada cierto tiempo les permite "volver a observar y admirar el arte. Hay clientes a los que les gusta el cambio constante", subraya.

Su objetivo principal es trabajar directamente con los artistas y hacer que estos tengan motivación para este tipo de proyectos. Esto lo consiguen pagando a los artistas por sus obras: "Se llevan un porcentaje del alquiler de la obra".

¿Cómo es trabajar con Arspect?

Una de estas artistas emergentes, es Beatriz Mínguez de Molina que ha querido comentar cómo es trabajar con esta start-up: "Ha sido fantástico desde que les conozco. Se me ha abierto un mundo al que no tenía acceso porque cuando haces una obra quieres que lo vea la mayor gente posible".

La especialidad de esta artista es hacer arte relacionado con el agua ya que su pasión por el agua le viene desde pequeña: "Todos conectamos de alguna manera con el mar y agua". Y aunque muchos pueden considerar el agua como un enemigo, ella ha declarado que lo ve desde el punto de vista del disfrute.

Para finalizar, la artista ha admitido que no tuvo dudas a la hora de confiar en esta startup y que hay algo que le pareció realmente diferente: "Es fantástico que nos paguen a los artistas". La remuneración que reciben viene del precio de venta que fijan los artistas y a partir de eso, es la start-up la encargada de calcular el precio de alquiler, concluye.