Sociedad

El padre del detenido por el crimen de Mocejón cuenta cómo es su hijo: "Callado, sin amigos, necesita salir a la calle para estar bien, casi sin hambre ni sueño"

Un periodista de 'El País' ha conversado con él en la casa donde se produjo el arresto del joven de 20 años

"Asesino", pone en el coche del padre del autor confeso del crimen de Mocejón / Chema Moya (EFE)

Madrid

El padre del joven arrestado por el crimen de un niño de 11 años en Mocejón (Toledo) se llama Fernando. Ha abierto las puertas de su casa a un periodista de El País, al que le ha contado cómo es su hijo y cómo se enteró de lo sucedido. El domingo estaban juntos en misa cuando el párroco paró para contar que había apuñalado a un niño en el pueblo. Los allí presentes se mostraron "desconcertados". Todos menos Juan, "que no se inmutó de su asiento".

Fernando estaba el lunes por la tarde estaba echándose la siesta cuando llamaron a la puerta: "Preguntaron por Juan [su hijo]. Yo le llamé para que bajara y él lo hizo. Al principio yo no me creía lo que decía la Guardia Civil, pensaba que mi hijo había salido directamente a casa de su abuela. Después vi que tenían un montón de datos, que tenían toda la información necesaria para detenerle y le dije que les hiciera caso. Hicieron el registro, dejaron todo como lo ves ahora y se llevaron a Juan detenido. Entonces empecé a creérmelo", explica en el diario, donde se relata con detalle el desorden de la casa tras el registro.

El estado del coche del padre del detenido por el crimen de Mocejón

El estado del coche del padre del detenido por el crimen de Mocejón / Chema Moya

Juan tiene una discapacidad intelectual del 75% y no toma medicación, según asegura su padre, y después de pasar por varios centros ahora estaba escolarizado en un centro especial de Alcorcón (Madrid). Fernando cuenta que su hijo "es callado, sin amigos, necesita salir a la calle para estar bien, casi sin hambre ni sueño". Además, reconoce que desde hace un tiempo ha dejado de hacerle caso: "Se ha vuelto un niño contra su padre".

Tiene unas rutinas muy marcadas y en el pueblo siempre hacía lo mismo: "Se levantaba a eso de las nueve, su padre le daba el desayuno, un vaso de leche con colacao, unas galletas y una pieza de fruta, normalmente plátano. Después salía a pasear por el campo y acudía a la casa de la abuela, quien le cambiaba de ropa tal y como hizo la mañana del domingo 18 de agosto. Allí comía para luego regresar con Fernando a casa y pasar la tarde en el patio trasero “al sol”. A las once de la noche se marcha a dormir", especifica el periodista. Su padre daba por hecho que el domingo había ido directamente a casa de su abuela donde, como siempre, se cambió de ropa.

Fernando pudo hablar brevemente con Juan en el calabozo. El joven apenas habló, pero dejó una frase que el padre todavía intenta comprender: "Veo máscaras, papá". Ahora él solo quiere "cerrar los ojos". Necesita dormir y olvidarse de lo que ha pasado. En su coche han hecho unos rayajos donde se puede leer: "Asesino".

Multitudinario adiós al pequeño Mateo

En Mocejón, este miércoles ha sido enterrado el pequeño Mateo. La parroquia de San Esteban Protomártir de la localidad toledana de Mocejón ha acogido el funeral y municipio se ha volcado con la familia, a la que ha querido acompañar. Multitud de vecinos han llenado la parroquia e, incluso, han seguido la misa desde una de las puertas laterales, además de numerosos medios de comunicación, ubicados en un espacio al lado de la iglesia habilitado por la Policía Local.

Durante la homilía, el párroco ha agradecido su presencia a los amigos y compañeros de Mateo y a los vecinos de Mocejón y Escalonilla, que han llenado la iglesia y han compartido el dolor que siente la familia. Una muerte, ha dicho, "difícil de entender" porque "aunque la muerte en todo caso descoloca, en éste no hay palabras que describan el relato de dolor".

El coche fúnebre traslada el féretro con los restos mortales del pequeño Mateo, el niño de 11 años que fue asesinado el pasado domingo mientras jugaba al fútbol con unos amigos, al cementerio de la localidad.

El coche fúnebre traslada el féretro con los restos mortales del pequeño Mateo, el niño de 11 años que fue asesinado el pasado domingo mientras jugaba al fútbol con unos amigos, al cementerio de la localidad. / Chema Moya

Sobre las 13:00 horas, los familiares de Mateo y los vecinos se han trasladado al cementerio del municipio toledano para dar sepultura al pequeño en la más estricta intimidad, tal y como había solicitado con anterioridad la familia.

En la comitiva fúnebre también han participado algunas autoridades, como la alcaldesa de Mocejón y presidenta de la Diputación provincial de Toledo, Concepción Cedillo, y la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón.