Rioja ha comenzado este miércoles a recoger uvas, como suele ser habitual en Aldeanueva de Ebro, con la esperanza de que las condiciones de temperatura y lluvia se mantengan durante septiembre y eso propicie una cosecha excelente en la denominación. Aldeanueva de Ebro, que cuenta con la mayor cooperativa de Rioja, marca el inicio de la vendimia por ser prácticamente el terreno más oriental de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) que abarca terrenos en La Rioja, País Vasco y Navarra. No obstante, el inicio de la vendimia en Rioja es casi simbólico, dado que la cooperativa Viñedos de Aldeanueva solo planifica recoger en estas primeras fechas unos 200.000 kilogramos de uva de variedad tempranillo blanco; luego irá de forma paulatina ampliando las variedades hasta llegar a una cosecha estimada en 20 millones de kilos. Así lo ha explicado a EFE el director general de Viñedos de Aldeanueva, Abel Torres, como en el resto de la DOCa Rioja esperan una cosecha «un poco inferior» a la del año pasado en kilos (fue en global de más de 380 millones) «pero con condiciones para ser calificada como excelente» algo que Rioja ha logrado en seis ocasiones este siglo, la última en 2019. En cualquier caso, el inicio de la vendimia, que se generalizará ya entrado septiembre, tiene un carácter, también «quirúrgico» porque se desarrolla dependiendo de variedades y del análisis que se realiza de diferentes parámetros prácticamente parcela a parcela; además se vendimia de madrugada, antes de que las temperaturas modifiquen las condiciones de la uva. «Empezamos por el tempranillo blanco, con unos 200.000 kilogramos, y luego irán otras variedades blancas como viura o verdejo, pero siempre en las parcelas que tengan uvas con unas condiciones de maduración óptima», ha detallado Torres, que gestiona una cooperativa con más de 800 socios y 3.000 hectáreas de viñedo. Este año, ha precisado, «hemos visto que los racimos vienen un poco más sueltos» es decir, con menos frutos, lo que reducirá el volumen de cosecha, pero le dan más importancia a la calidad «porque ahora mismo tenemos una sanidad de las uvas maravillosa, unas grandes condiciones de azúcar y acidez» pero «estamos en un momento de riesgo». «En el campo pueden pasar estas cosas, que estemos en un buen momento, pero haya un susto», por un ola de calor o un exceso de lluvia en las próximas semanas. En esta zona «tenemos la previsión de vendimiar a lo largo de dos meses, porque es bueno que la vendimia se haga a fuego lento y se prolongue ese tiempo» pero «va a depender mucho del clima de septiembre», ha reconocido Torres. De hecho, Aldeanueva ha comenzado su vendimia 11 días más tarde que el año pasado «porque el ciclo de la viña ha llegado más a fuego lento, por las temperaturas de abril y mayo que fueron más moderadas» y aunque «en la fase de maduración hubo una ola de calor, el año pasado hubo más» y «ahora solo nos queda esperar a que no tengamos ningún susto en las próximas semanas», ha repetido.