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"Cuantas más matronas y más paritorios tiene un hospital, menos cesáreas": analizamos la atención al parto en España

Uno de cada cuatro partos en España se hace por cesárea, el 25%, según el último informe del ministerio de Sanidad. Profesionales y expertas coinciden en que hay que reducir esa tasa, apoyar el parto normal y humanizar las cesáreas

"En mi cesárea me sentí un saco de boxeo, me golpeaban por todas partes"

Madrid

Las cesáreas salvan vidas, "son una bendición", llega a decir Ana Pilar Betrán, responsable de salud reproductiva de la Organización Mundial de la Salud, pero hay que hacer sólo las que son estrictamente necesarias. En España, atendiendo a los datos del Informe del Sistema Nacional de Salud, el 25% de los partos se producen por cesárea. Una tasa que, por sí sola, no puede explicar cómo es la atención al parto en nuestro país.

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Uno de cada cuatro partos es una cesárea: ¿muchos o pocos?

Anna Suy, de la Sociedad Española de Ginecología, insiste en la idea de que "tan malo es hacer una cesárea de más como una cesárea de menos", y relaciona esa tasa del 25% con que cada vez más mujeres llegan al paritorio con factores de riesgo que, en su opinión, desembocan en cesáreas. "Hace 50 años se paría a los 25 años y actualmente tenemos una tasa de partos por encima de los 40 años altísima. Muchas de estas mujeres, además, vienen de reproducción asistida, muchas de ellas tienen patologías de base que aumentan con la edad: a mayor edad, mayor posibilidad de ser diabética, hipertensa, de haber tenido cualquier tipo de complicación previa al embarazo. Todo esto va sumando, poquito a poco, pero va sumando factores de riesgo para tener una cesárea", explica. Que la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo en España no ha dejado de aumentar es una realidad, pero si nos fijamos en los datos de cesáreas por Comunidades Autónomas encontramos grandes diferencias que, para Charo Quintana, ginecóloga del Observatorio de la Violencia Obstétrica y que ha participado en la redacción de la guía de práctica clínica de atención al parto normal, hacen que se tambalee esa justificación por factores de riesgo. "Es una gran variabilidad clínica inexplicable desde el punto de vista de la ciencia en cuanto a la tasa de cesáreas que existe en diferentes comunidades".

Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023

Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023 / Ministerio de Sanidad

En los hospitales públicos de Euskadi, por ejemplo, las cesáreas suponen el 14% de los partos mientras que en Extremadura son el 30%, más de doble. Para Daniel Morillas, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Matronas de España, no hay más que fijarse en lo que hacen las comunidades con tasas más bajas, como Euskadi y Navarra, y aplicarlo. "Viendo la diversidad que hay de resultados en las diferentes comunidades autónomas, la pregunta es qué están haciendo las comunidades que están haciendo menos inducciones y menos cesáreas. No hay que inventar nada. Si lo hacen hay que ver qué están haciendo esas comunidades autónomas".

Pero si hay un dato llamativo en este informe es el de cesáreas en la sanidad privada: uno de cada tres partos, el 34,5%, se hacen con esta intervención. Y hay comunidades como La Rioja donde casi nueve de cada diez mujeres que dan a luz en la privada lo hacen por cesárea: el 86%.

"La atención al parto está medicalizada"

La mayoría de las expertas y las profesionales que se dedican a la atención al parto en España atribuyen esta proporción de cesáreas a una cultura muy arraigada que califican de intervencionista y medicalizadora. Una cultura que ha provocado, en opinión de Charo Quintana, que la cesárea esté banalizada. "Existen muchísimas resistencias, muchísimos obstáculos relacionados con cómo hemos sido formados los profesionales sanitarios. La cesárea, que es una operación salvadora para madres y para bebés en muchos casos, se ha querido, se está queriendo convertir en una alternativa de nacimiento, en algo que parece muy seguro e inocuo y no lo es", explica Quintana, en la línea de Ana Pilar Betrán, especialista en salud reproductiva de la OMS, que insiste en que una cesárea no deja de ser una operación, una cirugía, aunque a veces se nos olvide. "Se somete a la mujer y al niño a unos riesgos adicionales. La cesárea es una cirugía mayor y está asociada a riesgos de salud tanto a corto como a medio plazo". Por eso, para Francisca Fernández, abogada especializada en violencia obstétrica, las tasas de cesárea de la privada son un escándalo. "El sistema obstétrico no quiere dedicarle al parto el tiempo, la atención, el cuidado que necesita. De ahí la programación de los partos, como reveló un estudio llamado 'Nacer en horario laboral' que demostraba que hoy los niños no nacen fuera de ese horario". Adela Recio, estadística y miembro de la asociación sin ánimo de lucro El parto es nuestro, ha dirigido ese estudio y ha explicado en Hoy por hoy que "de lo que más evidencia hay es de que si los protocolos están actualizados conforme a la evidencia científica hay menos cesáreas y la calidad de la atención al parto es mejor. Está comprobado que cuantas más matronas, más paritorios y más gasto sanitario hay en un hospital, menos cesáreas hay".

"Aplicar los protocolos pero también mejorarlos"

Las especialistas coinciden en que falta mucha investigación, "evidencias científicas irrefutables" en relación al embarazo, al parto, lo que hace difícil estandarizar las prácticas y los protocolos. Charo Quintana, atendiendo a las recomendaciones de la OMS, apuesta por "optimizar la tasa en lugar de fijar una cifra concreta. Apoyar el parto vaginal con múltiples estrategias y adecuar bien las indicaciones de cesáreas a los conocimientos actuales. Y de esa forma, sin duda, se reduciría la tasa".

Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023

Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023 / Ministerio de Sanidad

Aumentar los recursos, como explica Adela Recio, es clave, y en ese sentido, Daniel Morillas reclama una matrona para cada mujer que está de parto. E invita a los profesionales a que reflexionen sobre cómo atienden los partos. "Y a lo mejor tenemos que reflexionar sobre si esa forma de trabajar es la correcta o no porque muchas veces no acaba de adecuarse a lo que dicen las guías de práctica clínica".

"Si hay que llegar a la cesárea, que sea humanizada"

La Organización Mundial de la Salud está volcada en llevar las cesáreas a los países en los que no se practican de forma fluida, porque se trata de una operación que salva vidas. Pero también insiste en la necesidad de mejorar estos procedimientos quirúrgicos en los países desarrollados, como España. "Hagamos la intervención lo más efectiva y más segura posible. La cesárea afecta a los bebés, aumenta el riesgo de dificultades respiratorias, a corto y a largo plazo. Esto es lo que ha habido: vamos a hacer lo mejor que podamos para que este bebé viva lo mejor posible aun habiendo sido una cesárea. Y no sólo el bebé, la madre también. Las cesáreas pueden ser respetuosas o no", explica Ana Pilar Betrán, y la ginecóloga Charo Quintana habla de humanizar las cesáreas. "Minimicemos las consecuencias negativas del parto por cesáreas, hagamos cesáreas humanizadas, incorporemos lo que sabemos que es bueno en el parto vaginal a la cesárea, permitamos el acompañamiento familiar, que esa mujer vea el nacimiento de su criatura, que le coja en sus brazos, que se coloque sobre el pecho, que esté en contacto piel con piel, que permita que el bebé vaya adaptándose a la vida extrauterina lentamente, que pueda amamantarse ahí, que no haya en ningún momento una separación, que si hay que atender al bebé se haga sobre el propio cuerpo de la madre", reclama esta especialista.

"Todo es muy deshumanizado: ahí eres un simple saco de boxeo"

Lucía, Rosi y Esther han llamado a Hoy por Hoy para contar su experiencia durante las cesáreas que les practicaron. Lucía y Rosi coinciden en lo "traumático" de sus experiencias, con las manos atadas en un quirófano helado y sin posibilidad de tocar a sus bebés. En el caso de Lucía, tras 55 horas de parto, los profesionales le comunicaron que debía someterse a esta cirugía para que su hija pudiese nacer sin riesgo. "Hay 20.000 personas, no va tu marido y te sientes como abandonada", indica. De las sensaciones de aquel momento también rememora cómo "huele a quemado" y sobre esto dice que "es muy deshumanizado: ahí eres un simple saco de boxeo".

Rosi comparte ciertas sensaciones con Lucía. "Recuerdo la temperatura gélida del quirófano", comenta sobre la cesárea a la que fue sometida hace 15 años, cuando nació su hijo, a finales de agosto en Zaragoza. "Pedí tocar a mi hijo y me dijeron que no era posible", cuenta en antena con tono triste y continúa relatando cómo lo vio en brazos de una enfermera que comentaba lo "mono" que era el niño, mientras ella estaba "atada". Lucía, por su parte, relata estar "horrorizada" con una situación similar: "Cuando sale tu bebé te lo ponen un ratito en la cara y se lo llevan". Después, relata Lucía, tardó unas tres o cuatro horas en volver a ver a su niña, algo que califica como "traumático" y que, sumado a todo lo demás, desembocó en una depresión postparto "por no poder parir".

"Te meten [esa idea] de que todas podemos parir y todas lo vamos a hacer superbién, pero la realidad es que, por protocolo o por cómo está el asunto de las cesáreas, es imposible", apunta una de las madres. Esa idea preconcebida fue la que más afectó a otra de las oyentes que ha querido compartir su experiencia con la cesárea en Hoy por Hoy. En el caso de Esther, ella ha tenido dos intervenciones y confiesa que su "sensación como mujer era que no fui capaz de parir (vaginalmente)". Esther muestra su frustración contando cómo cada vez que una mujer le decía que había tenido un parto vaginal, ella se ponía a llorar "como una Magdalena". "No podía con ello", señala.

Esther tuvo su primera hija por cesárea después de 22 horas de parto y de que los profesionales le comunicasen que la posición de la niña hacía imposible un parto vaginal. En este punto recalca lo importante que es el personal que te acompañe en este proceso y recuerda el buen hacer de una de las matronas que la acompañaba. "Tengo que agradecerle la vida porque me llevó a darme una ducha previa a la epidural, pero es cierto que la persona que está contigo a tu lado de profesional es importantísimo". Esta madre tuvo un segundo parto por cesárea, esta vez más previsible, y admite que "por nada del mundo hubiera querido una cesárea, pero hay casos y casos en los que no puede ser de otra manera".