Albares exige verificar actas de Venezuela, tampoco reconoce la victoria de la oposición y evita hablar de dictadura

Madrid

Sin noticias de la posibilidad de un alto el fuego, Oriente Próximo se asoma a una escalada de tensión después de que Israel y Hezbolá hayan cruzado este fin de semana el mayor ataque en las últimas dos décadas. Se vive un momento crítico aunque esta madrugada no se han reportado nuevas agresiones. Lo que sí ha habido esta noche —mientras los focos miraban esa parte del mapa— son nuevos ataques contra Gaza que han dejado al menos cinco muertos y miles de personas que deambulan sin saber adónde ir.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, considera que "estamos en un momento de tensión máxima desde que se ha iniciado la guerra en Gaza. Ese enfrentamiento directo entre Israel y Hezbolá es un punto que llevamos meses señalando, esa posible extensión de la guerra al Líbano, y pasaría a ser una guerra regional con connotaciones muy graves".

Albares señala los pasos a seguir para que acabe el conflicto: "A corto plazo tiene que ocurrir un alto el fuego en Gaza. En segundo lugar, tiene que poder llegar la ayuda humanitaria sin ningún obstáculo. Hay que establecer un marco en el que pueda haber un diálogo entre israelíes y palestinos. Al final del camino tiene que haber un estado palestino que conviva en buena vecindad con el estado israelí", concluye.

Asegura que España no cejará en ese objetivo y señala que "muchos socios europeos" coinciden en que "algún día llegará la paz". Destaca también el papel de Estados Unidos, Qatar y Egipto como mediadores del conflicto: "Todos sabemos cuál es la fórmula lo que falta ahora es voluntad y valentía política para aplicarla".

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"No vamos a reconocer ningún resultado electoral en Venezuela si no se exhiben las actas de todas las mesas"

En Venezuela, el candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, está llamado a declarar este lunes ante la Fiscalía y ha difundido un mensaje en redes sociales advirtiendo de que esa citación carece de garantías. En cuanto a los resultados electorales, Albares recalca que "España tiene una posición muy clara desde el 29 de julio: no vamos a reconocer ningún resultado electoral si no se exhiben las actas de todas las mesas y se verifican. Es como funcionan todas las democracias del mundo", sentencia, y recuerda que el reconocimiento de Juan Guaidó "no hizo avanzar la voluntad democrática".

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El PP considera que el Gobierno tiene una "vergonzosa equidistancia" con la "dictadura" de Maduro

Albares señala que "Venezuela es un país hermano" y asegura que España "tiene un papel importante que hacer" para "propiciar un diálogo entre el gobierno y la oposición". Frente a "la campaña de bulos del PP diciendo que el Gobierno de España es silencioso", destaca la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero, que "recibe el agradecimiento tanto de oposición como del gobierno de Venezuela por esa labor que hace".

El ministro evita calificar al régimen de Maduro de dictadura: "No estamos aquí para ser politólogos y caracterizar, estamos aquí para conseguir objetivos", zanja. No descarta sanciones si esa verificación no llega, pero insiste en que el objetivo del Ejecutivo es lograr "una solución pacífica que no esté impuesta desde el exterior".

"Leo auténticos bulos que tienen como objetivo hacer desmoronar al presidente"

Albares asegura que "la posición internacional de España nunca ha sido tan fuerte" y lamenta los ataques que recibe el presidente Sánchez y su familia: "La esposa del presidente no estaría en esa posición si no fuera eso, la esposa del presidente". Cuenta que lleva años viendo el acoso al que sufre: "Primero se centraron en denostar las políticas, luego a por él como persona y como vieron que no funcionaba, han decidido atacar a su familia y yo soy de los que creo que nuestras deberían quedar fuera. Yo leo auténticos bulos que tienen como objetivo hacer desmoronar al presidente del Gobierno sea como sea".

El ministro de Exteriores recuerda que cuando empezó a trabajar con Sánchez, Cataluña "salía del marco nacional" pero ahora asegura que, en la multitud de reuniones internacionales a las que ha asistido, nadie le ha sacado el tema: "Jamás nadie me ha preguntado nada de Cataluña, ni la ley de amnistía ni de Puigdemont, y mira que el PP lo intenta llevar al parlamento europeo, pero no es un debate para allí".

También elude adentrarse en la nomenclatura sobre la "financiación singular" del acuerdo del PSOE con ERC: "Yo de lo que estoy muy feliz es que hablemos de financiación en Cataluña, cuando hace unos años hablábamos de cosas tremendas, y no de independencias unilaterales. Eso es lo que me hace sentir orgulloso de este gobierno que toma decisiones muy valientes. Ahí están los resultados".