España entrega siete generadores a Ucrania e insiste en que los ataques de Rusia contra el sistema eléctrico son crímenes de guerra

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el embajador de Ucrania en España, Sergii Poroheltsev, han escenificado esta mañana el respaldo de España a la resistencia ucraniana con la entrega oficial de siete generadores eléctricos. La ayuda de España se distribuye en plena ofensiva de Rusia contra las infraestructuras energéticas de Ucrania, una oleada de ataques desde hace meses que ha dejado a buena parte del país sin acceso constante al suministro eléctrico.

"Casi toda la generación de energía térmica ha quedado destruida", ha explicado Poroheltsev, quien ha añadido que "un tercio de las centrales hidroeléctricas también han sido destruidas". Una situación que mantiene a centenares de localidades sin luz o con apagones intermitentes que, según las autoridades ucranianas, se van a seguir sucediendo durante meses.

El embajador ha agradecido la ayuda de España y asegura que "los generadores que donan hoy van a ayudar a mitigar las consecuencias de los bombardeos incesantes". Ucrania necesita prácticamente a diario importar energía de países vecinos como Polonia o Eslovaquia para poder asegurar la demanda interna de electricidad.

Rusia no aceptará el plan de paz de Zelenski

El Kremlin se ha referido además este mediodía al plan de paz que Zelenski va a presentar a Biden, Harris y Trump en Estados Unidos el mes que viene. El gobierno ruso descarta sentarse a negociarlo y ha confirmado que continuará con la invasión de Ucrania en las próximas semanas.

Rusia ha utilizado munición de racimo contra las estaciones de distribución energética de Ucrania

—  Sergei Poroholtsev, embajador de Ucrania en España

En las últimas horas, Rusia ha continuado su ofensiva contra distintos objetivos en Ucrania, incluyendo un edificio en Donetsk cuyo derrumbe ha provocado la muerte de cuatro personas de una misma familia. Otras tres personas han muerto en la región de Zaporiyia y una más en un bombardeo sobre Járkov.

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El embajador Poroheltsev se ha referido a este tipo de ataques, a los que ha calificado de "métodos de terror y tácticas genocidas para aterrorizar a la población civil y provocar su éxodo masivo" en los que, según ha confirmado, Rusia ha usado munición de racimo. En ese mismo sentido, el ministro Albares ha acusado a Rusia de cometer crímenes de guerra por atacar a civiles y a suministros básicos como la electricidad.