Antes de la visita de Pedro Sánchez a Mauritania, el PP ya criticaba ese viaje. El portavoz del partido, Borja Sémper, aseguraba que «más valía una gira por España» que por África. El presidente hace parada en Mauritania, Gambia y Senegal para reforzar la cooperación migratoria con esos países en un momento de especial presión. En su primer destino, Mauritania, anunció acuerdos con ese país y una de las primeras medidas incluía un «memorándum de entendimiento para abordar la migración regular» y que el flujo de migrantes pueda hacerse de una forma «ordenada y legal». Horas más tarde, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo ha criticado duramente esa medida en un mensaje en redes sociales: «Es irresponsable alentar un efecto llamada en la peor crisis de migración irregular. En vez de ir a África a combatir las mafias, Sánchez promociona España como destino. Al revés que el resto de la UE», apunta. Además, Feijóo añade otro mensaje que se alinea con el pensamiento de la ultraderecha: «Quien venga, contrato en origen y carta de cumplimiento de nuestras leyes», pasando por alto que la situación que viven esas personas que deciden salir de sus países e insinuando que, de forma general, no cumplen con nuestras normas cuando llegan a España.