La Iglesia alemana avisa antes de las elecciones regionales del domingo: "Los de extrema derecha no pueden ser elegidos por cristianos"
El presidente de la Conferencia Episcopal germana marca distancias con la previsible victoria de la extrema derecha en las elecciones de Turingia y Sajonia
Madrid / Berlín
Alemania afronta dos elecciones regionales en los Estados federados de Turingia y Sajonia que pueden llevar a los extremistas de Alternativa para Alemania a convertirse en las fuerza más votada, si bien luego tendrán difícil formar gobierno, según las encuestas de los últimos días. Una formación extremista que además se ha visto relanzada por el reciente atentado de Solingen cuya autoría se ha atribuido el Estado Islámico.
Y ante este panorama, y a diferencia de otras Conferencias Episcopales, la de Alemania marca distancias totalmente con la extrema derecha. Ya en febrero presentó un documento rechazando los postulados del nacionalismo étnico, pero apenas a cuatro días de esos comicios el propio presidente de la institución, Georg Bätzing, se reafirma en una entrevista con Tagesspiegel.
"Este partido quiere derrocar nuestro sistema democrático y libre, el nacionalismo étnico es incompatible con los valores básicos del cristianismo", empieza diciendo Bätzing, que rechaza de modo explícito que quienes se digan creyentes voten a AfD o participen en sus actos políticos. "No debemos poner en peligro las libertades civiles y la democracia bajo ninguna circunstancia", añade el portavoz de los obispos alemanes, quien representa a la corriente más progresista de la Iglesia germana.
Existe la amenaza de una crisis nacional. Por eso no queremos ofrecer a AfD ningún escenario en el que puedan difundir consignas inhumanas
— Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania
Añade Bätzing en esa entrevista que su deber es advertir a los cristianos de cómo los postulados de la extrema derecha chocan con lo que se supone que debe defender un creyente: "Cualquiera que observe las declaraciones públicas de los representantes del AfD y sus programas llega a la conclusión de que contradicen los principios cristianos fundamentales, la dignidad humana y el mandamiento de la caridad y la solidaridad cristianas". En este sentido, se muestra totalmente partidario de facilitar el asilo de inmigrantes, chocando incluso con la postura más conservadora que viene defendiendo el propio canciller Olaf Scholz desde el atentado de Solingen.
El prelado también alerta sobre el riesgo que supone Vladimir Putin y, alejado del pacifismo canónico, no deja lugar a dudas sobre su posición acerca de la invasión de Ucrania: "Ucrania tiene derecho a defenderse. Un país soberano que esté amenazado de ocupación y destrucción también puede utilizar la fuerza armada para hacerlo".
Scholz avisa a los inmigrantes ilegales
El canciller Olaf Scholz ha avisado ya después del atentado de Solingen de que quiere que se endurezcan las condiciones para los inmigrantes ilegales y que se agilicen las deportaciones. El canciller ha anunciado que iniciará una ronda de conversaciones con los presidentes regionales y el grupo conservador en la oposición sobre las consecuencias del atentado.
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Añade Scholz que su Gobierno trabaja en nuevas medidas legales para frenar la inmigración ilegal al tiempo que ha agradecido al líder de los conservadores Friedrich Merz su compromiso para cooperar en un tema tan importante para el país.
Junto al primer ministro británico Keir Starmer, de visita en Berlín, Scholz ha asegurado que habrá más controles fronterizos y deportaciones. Ha recordado también que ya en enero se aprobaron una serie de normas de amplio espectro para acelerar las deportaciones, que los distintos gobiernos regionales tienen que ponerlas en práctica, y que este tipo de expulsiones han aumentado un 60 por ciento desde 2021.