Alemania reanuda las deportaciones a Afganistán desde la llegada de los talibanes
La primera deportación desde Alemania a Afganistán desde hace tres años
Berlín
A primera hora de la mañana, un avión con 28 afganos condenados por delitos penales ha dejado el aeropuerto de Leipzig rumbo a Kabul. Se trata de la primera deportación desde Alemania a Afganistán desde hace tres años, cuando los talibanes llegaron al poder. El Gobierno alemán comenzó a preparar en secreto esta actuación poco después de que un ciudadano afgano acuchillase mortalmente a un policía en Manheim el pasado junio. Ya entonces, el canciller Olaf Scholz, aseguró en el Parlamento que este perfil de delincuentes afrontaría “la condena más dura, lo que implica la expulsión al país de origen, sea Afganistán o Siria”.
Más información
El portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, ha justificado la deportación dado que “todos son delincuentes condenados, sin derecho a permanecer en Alemania y sujetos a órdenes de deportación”. El Ejecutivo puntualiza, vía comunicado de prensa, que “los intereses de seguridad de Alemania claramente superan los intereses de protección de los delincuentes”.
Dado que el Gobierno de coalición alemán no mantiene relaciones diplomáticas con los talibanes, ha sido un tercer país, Catar, el que ha actuado como mediador y ha facilitado el vuelo chárter con la compañía aérea del país, Qatar Airways . “Dadas las difíciles condiciones, Alemania ha pedido apoyo a socios regionales clave para hacer posible la repatriación. El Gobierno Federal está muy agradecido por este apoyo”. De momento se desconoce si este será método utilizado en el futuro para facilitar las deportaciones masivas que ha prometido el canciller tanto a Siria como a Afganistán.
Según publican varios medios de comunicación de fuentes oficiales, los deportados, que proceden de prisiones de toda Alemania, han recibido mil euros en efectivo antes del vuelo. Con ellos ha viajado un médico, pero ningún policía germano.
La deportación supone un gran gesto de fuerza del Gobierno alemán a una semana del atentado de Solingen, en el que un refugiado sirio acuchilló mortalmente a tres personas, y a las puertas de las elecciones en el Este del país, en Turingia y Sajonia, donde la ultraderecha parte como favorita. El debate sobre las leyes de asilo y de armas ha alcanzado su punto más álgido y ha llevado al tripartito a buscar una rápida respuesta. El Gobierno ha convocado la próxima semana a la oposición conservadora y a los presidentes regionales a una reunión para buscar acuerdos en política de seguridad. El bloque conservador de la CDU/CSU se había ofrecido a cooperar en este ámbito, aunque algunas de sus demandas contradicen el derecho europeo.
El acuerdo del Gobierno tripartito (socialdemócratas, verdes y liberales) pondrá sobre la mesa el veto a las armas blancas en autobuses, trenes, y celebraciones públicas, dado el incremento de este tipo de delitos, con unos 14.0000 el pasado año. En cuanto al asilo, plantean recortar las ayudas sociales a los solicitantes del sistema Dublín, cuando los países de acogida ya han aceptado la admisión. Quienes cometan un delito con arma blanca abandonarán Alemania lo más rápido posible, y se impedirá a los solicitantes de asilo viajar a sus países de origen salvo en casos muy justificados mientras dure el proceso. Además, las fuerzas de seguridad recibirán nuevas atribuciones, entre otras, el uso de Inteligencia Artificial y el acceso al reconocimiento facial de fuentes públicas para facilitar las búsquedas de delincuentes.