Así se pudrió la última plataforma de reventa ética de entradas que quedaba: "Es terrible para el sector"
En los últimos días, integrantes de bandas españolas como Vetusta Morla o Niña Polaca han expresado en redes su malestar al ver en páginas de reventa entradas de sus conciertos a un precio muy superior al original
"Es terrible para el sector": Malestar en la industria de la música por el negocio de la reventa de entradas
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Desde que en la mañana del martes los hermanos Gallagher anunciaran el regreso de Oasis con una gira de conciertos en estadios de Reino Unido -por el momento- el próximo verano, la psicosis por conseguir una entrada se ha instalado entre los seguidores de la banda británica. Según algunas filtraciones, los precios oscilarían entre las cien y las doscientos cincuenta libras. Una cifra que, aunque pueda parecer elevada, se encuentra en el margen habitual del precio de los macroconciertos. En los últimos años, particularmente desde el fin de la pandemia de coronavirus, ha empezado a surgir un cierto malestar entre los asistentes a los grandes eventos de música en vivo. Precios inflados, colas virtuales interminables, mucha dificultad para conseguir entradas, y un negocio enorme entorno a la reventa. Es muy común que los tickets para un concierto se agoten a los pocos minutos de ponerse a la venta para aparecer minutos después disponibles en algunas páginas con el importe duplicado o incluso triplicado.
Ayer se pusieron a la venta las entradas para los cuatro conciertos que Vetusta Morla ofrecerá este mes de septiembre en Madrid y Barcelona. A los pocos minutos de agotarse, ya aparecían por treinta euros más en TicketSwap, una aplicación que, de hecho, hasta hace poco, había sido la excepción a esta dinámica especulativa. Guille Galván, integrante de la banda, publicó en X: "Comprar una entrada y ponerla a la venta por 30 euros más a los diez minutos es de puto cutre mononeuronal. Vamos, campeón, que ya tienes un Imperio. Ya estás más cerca de irte a Andorra a evadir impuestos". Niña Polaca también hizo un comunicado parecido en sus redes sociales. Parece, por tanto, que el malestar con respecto a esta situación ya no sólo cunde entre los fans, sino también dentro de la propia industria musical.
Una situación que perjudica al sector
Kin Martínez, director de Esmerarte y mánager de bandas como Vetusta Morla o Xoel López, ha explicado en La Ventana que "como todo lo que se compra y se vende, acaba siendo un poco incontrolable". Sin embargo, asegura que "es terrible para el sector, porque polariza el poder adquisitivo de mucha gente". "Me pongo a pensar si todos los conciertos que hacemos al final van a ser para gente pudiente, si algo como la música, que es un bien esencial, lo estamos restringiendo a mucha gente", añade.
En la opinión del promotor, esta es una problemática que la industria musical lleva tiempo arrastrando. "Es igual que con el boom inmobiliario, que no eras nadie si no comprabas una vivienda para especular", sostiene. "El sector de la música necesita otro tipo de alicientes y entendimientos, y no que se le encasille en esa fórmula que está siendo demasiado común. En el momento en que aparece una entrada en el mercado hay especulación, y nosotros sólo podemos informar muy bien".
Un negocio joven
Por otro lado, Martínez advierte de otras de las aristas del negocio de la reventa: la estafa. "Nos encontramos con público que ha pagado una cantidad exagerada en un portal ilegal, y vienen con un papel que no vale para nada. Al final, por la empatía de promotores y artistas, intentamos que nadie se quede fuera. Este sector necesita construir cuestiones laborales, fiscales, educativas... Hay que abordar el tema con mucha seriedad", apunta.
Una de las problemáticas que el negocio de la reventa provoca en la industria de la música en directo, según Kin, es el perjuicio a las bandas incipientes: "Parece que se venden muchas entradas, pero en realidad se venden muchas entradas de muy pocos artistas. Hay artistas noveles que en las salas no venden entradas porque el poder adquisitivo se ha ido para otro lado". Y lanza una advertencia: "este sector está en pleno auge, pero comportamientos de este tipo lo pueden destruir".