Cuando ustedes sintonicen la radio ahí estaremos nosotros

Madrid

Empezamos una nueva temporada, la sexta, con este equipo al frente del programa. Seis años ya, seis cursos escolares, políticos, radiofónicos compartiendo la vida. ¡Y cuántas cosas nos han pasado en este tiempo! He perdido la cuenta de las elecciones y campañas electorales que les hemos contado. Con la pandemia aprendimos a hacer radio de otra manera y ustedes nos escucharon también de otra manera, porque nuestras rutinas fueron otras. Les hemos contado y les seguimos contando las terribles guerras que muestran la deshumanización más absoluta. Y les contamos cómo, lamentablemente, no parece haber posibilidades de ningún tipo de acuerdo para acabar con ellas. Aquí seguimos preguntándonos qué hace la llamada comunidad internacional que observa la aniquilación de todo un pueblo.

Les hemos contado también la muerte en el mar de centenares de migrantes que huyen de sus países y a los que nadie parece querer en los países a los que llegan los que consiguen sobrevivir.

Les hemos contado el auge, la irrupción de la ultraderecha, también en nuestro país, y la irrupción de los agitadores mentirosos en nuestra política.

Les hemos contado todos y cada uno de los días, en un lento crescendo que parece que no llega nunca a la cima, el tono que ha adquirido el mal llamado debate político, porque es debate, no se debate nada en realidad, un debate cada día más bronco, más estridente y más insoportable.

Me dejo infinidad de cosas, porque seis años son muchas, muchísimas, horas de radio compartidas.

Les hemos contado también, por cierto, victorias deportivas, muchísimas victorias deportivas, y un intento de saneamiento de las altas instancias futbolísticas, empujado por un grupo de mujeres ejemplares, que se ha quedado a medias.

Hemos entrevistado a centenares de personas, famosas y anónimas, y ustedes han sido tan generosos que han aceptado compartir su vida con nosotros, contándonos algunas de sus intimidades como si nadie nos estuviera escuchando. Porque esto lo mejor de la radio, la relación personal, casi familiar, directa entre ustedes y nosotros, como si no hubiera nadie más. La confianza compartida, casi como en una boda de las de antes, en lo bueno y en lo malo.

Ojalá venga mucho bueno, ojalá sigamos riendo como hasta ahora y soltemos lágrimas cuando toque, que en este programa ya les digo que también somos mucho de llorar. Ojalá siempre que nos busquen, nos encuentren y nosotros les encontremos a ustedes.

Empieza otra temporada que seguro que será diferente a todo lo que hemos vivido hasta ahora, en sus vidas personales, en las nuestras y en nuestra vida en común. Sigamos juntos un año más. Y lo que sí les puedo prometer es que cuando ustedes sintonicen la radio ahí estaremos nosotros.

Así, pues, una temporada más, empezamos.