La Justicia israelí ordena que finalice la huelga general que ha paralizado el transporte en Tel Aviv

El transporte de Israel, tanto por aire como por carretera y por mar, está prácticamente paralizado como efecto de la huelga general convocada por el sindicato Histadrut después del hallazgo de los cadáveres de seis rehenes en un túnel del sur de la Franja de Gaza. Miles de personas secundan esta mañana los paros y exigen al gobierno de Netanyahu que llegue a un acuerdo para un alto el fuego que permita que sean liberados con vida los rehenes que aún están en manos de Hamás.

El tribunal encargado de conflictos laborales en el país hebreo ha ordenado el final de la huelga para las 13:30, hora española, aunque el sindicato convocante planeaba alargarla hasta media tarde. Los magistrados argumentan, como antes lo había hecho el Fiscal del Estado, que los paros obedecen a motivos políticos y no a un conflicto laboral colectivo.

Aún hay manifestantes provocando cortes en carreteras, sobre todo en los accesos a Tel Aviv, y han coreado los nombres de cada una de las personas que siguen en manos de Hamás. Todas estas protestas suponen una ola de solidaridad con las familias de los rehenes, que llevan meses convocando manifestaciones.

Desde primera hora de la mañana la actividad en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv está prácticamente paralizada y el transporte público sufre cancelaciones o retrasos por todo el país. En el caso del aeropuerto, sólo se prevé la salida de siete vuelos con destino Estados Unidos.

En los hospitales sólo están funcionando los servicios de emergencia y los servicios mínimos de las consultas, las universidades no darán clase durante toda la jornada mientras que los colegios y guarderías dejarán de hacerlo a mediodía. Miles de empresas han echado el cierre en solidaridad con una movilización sindical que respalda el Foro Empresarial de Israel y también el alcalde de Tel Aviv, que ha dado permiso a los funcionarios para ausentarse de su puesto.

El gobierno no cede

A pesar de esta jornada de huelga, que según los medios israelíes puede extenderse a mañana martes, el gobierno liderado por Benjamín Netanyahu no tiene intención de ceder en sus pretensiones que han impedido hasta el momento alcanzar un alto el fuego acordado con Hamás. La principal de ellas es mantener la presencia militar en el corredor que separa la Franja de Gaza de Egipto, así como en distintos puntos de control fronterizo.

De hecho, durante la mañana de este lunes ha seguido la ofensiva del ejército hebreo sobre todo en Cisjordania, territorio donde se ha lanzado un ataque aéreo contra objetivos de la ciudad de Yenín.

En paralelo, los socios de extrema derecha de Netanyahu tanto en el Gobierno como en el parlamento hebreo han pedido que se modifique la legislación actual sobre huelgas y se dé luz verde a demandar al sindicato convocante por el paro laboral de hoy.