Las elecciones en Alemania inauguran un ciclo electoral que condicionará la legislatura en Bruselas

Bruselas

A pesar de la prudencia habitual en la interpretación de los resultados por parte de la Comisión, es evidente que el hecho de que la extrema derecha saque estos números en la primera economía del euro y en uno de sus países fundadores es síntoma de algo que viene inquietando en Bruselas desde hace bastante tiempo: que el centro político pierde fuelle a favor del populismo euroescéptico y contrario a los valores de la Unión Europea. Porque la victoria de Alternativa para Alemania (ADF) es un golpe muy duro para la coalición semáforo, pero es un golpe más a un gobierno de coalición liderado por los socialdemócratas, segunda familia política en Estrasburgo, que en las recientes elecciones europeas sacó en Alemania su peor resultado en más de un siglo.

Una abrumadora mayoría de votantes del este alemán, la Antigua Alemania Oriental, parece dar la espalda a los valores comunitarios... y la senda que vemos hoy será decisiva de cara al año que viene, año de elecciones federales. Entonces sabremos si el síntoma se habrá convertido en una realidad, con la posibilidad de un avance holgado de esa extrema derecha que podría condicionar incluso la elección del canciller. Bruselas aguarda con cierta inquietud a Berlín en 2025 y a París en 2027, donde el triunfo de la extrema derecha podría llevar a Marine Le Pen a ocupar un asiento en el Consejo Europeo, que entraría en terreno desconocido.

Aunque de momento siguen gobernando partidos comprometidos con Europa tanto en Francia como Alemania... así que lo inmediato pasa por dos escenarios: el primero calibrar y atender al impacto de estas elecciones, al menos en Estrasburgo, donde Alternativa para Alemania lidera un grupo político, Europa de las Naciones Soberanas, séptima formación en el Parlamento., que podría sentirse con más legitimidad para subir los decibelios de su discurso. Un discurso contrario a la migración, al pacto verde o a la ayuda militar a Ucrania. Recordemos que incluso entre los más populistas de Estrasburgo como Orban o Salvini, el partido ultraderechista alemán es demasiado radical, de hecho fue expulsado de su anterior grupo en la Eurocámara por blanquear a las SS.

Y el segundo escenario, el liderazgo de Olaf Scholz, más debilitado internamente, pero en Bruselas sigue siendo uno de los líderes de la familia socialdemócrata junto a Pedro Sánchez. Aunque hay voces que en privado empiezan a preguntarse si podrá llegar hasta la cita con las urnas en 2025.