Los descendientes de Eiffel rechazan que los aros olímpicos se queden en el monumento como quiere la alcaldesa de París
Anne Hidalgo pretende que el símbolo de los Juegos permanezca en uno de los lugares más visitados de todo el mundo
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha confirmado este fin de semana que tiene la intención de que los aros olímpicos se queden de forma permanente en la Torre Eiffel. Ya había propuesto la idea durante los Juegos, pero el pasado sábado añadió que había avisado de su intención al presidente Macron, que la decisión final sería del ayuntamiento porque es el propietario del monumento y que el Comité Olímpico Internacional había dado su visto bueno.
La idea de Hidalgo es sustituir la estructura actual por unos anillos menos pesados y que además puedan retirarse a conveniencia, ya que el COI prohíbe que sus símbolos estén relacionados con mensajes políticos y la Torre Eiffel en ocasiones se ilumina con colores de banderas de otros países por distintos motivos.
No obstante, Hidalgo se va a encontrar con el rechazo de los descendientes del ingeniero Gustave Eiffel, creador del icónico monumento. "La Torre Eiffel es un símbolo de París y de toda Francia, con una vocación que va más allá de la de ser asociada de forma definitiva con una organización como los Juegos Olímpicos", ha explicado este lunes Savin Yeatman-Eiffel, presidente de la asociación de descendientes del ingeniero, en declaraciones a BFMTV.
Creen los descendientes que la torre puede asociarse a determinadas causas durante un tiempo concreto, pero nunca de forma definitiva. De hecho, este lunes se ha lanzado una campaña de firmas online para pedir que se rechace la idea de la alcaldesa Hidalgo.
No sería la primera vez
Aunque nunca los anillos olímpicos han colgado de la Torre Eiffel hasta este 2024, no es la primera vez que el monumento está ocupado por algún tipo de símbolo o mensaje. En 1925, la empresa automovilística Citroën logró el permiso para que unas letras con el nombre de la compañía ocuparan e iluminaran el monumento.
La nueva iluminación se estrenó el 4 de julio de ese año. 250.000 bombillas y 600 kilómetros de cable permitieron que el nombre de la empresa se desplegara desde la parte superior de la torre y que su logotipo fuera visible desde casi cualquier lugar de París. Esta decoración se mantuvo hasta 1934, y de hecho se fueron añadiendo detalles como dos relojes que daban la hora.
A lo largo de los años, la Torre Eiffel ha sido iluminada con distintos colores por distintos motivos, desde el rojo para celebrar el Año Nuevo Chino al azul por el Día de Europa pasando por su conversión en un árbol de Navidad de hierro con bombillas especiales para celebrar esas fiestas.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...