La odisea con las camas de la Villa Paralímpica del segundo hombre más alto del mundo, obligado a dormir en el suelo

Si ya fueron varios los deportistas que denunciaron las incomodidades de la Villa Olímpica de París durante los JJOO, qué podrá decir de estas instalaciones el jugador de voleibol sentado Morteza Mehrzadselakjani. El iraní viajó con su selección como una de sus principales estrellas y, a diferencia de su participación en la anterior edición de Tokio, ha tenido que adaptarse a una Villa Paralímpica que se le ha quedado pequeña. No ha podido encontrarle la organización parisina un lugar para descansar acorde a sus medidas y, como último remedio, no le ha quedado otra que dormir en el suelo.

El mismo seleccionador de Irán, Hadi Rezaeigarkani, confirmó el sacrificio que estaba teniendo que hacer para conciliar el sueño cada noche. "Se acostará en el suelo. No tiene una cama especial, pero tiene en mente un objetivo muy importante. No le importa si se queda tirado en el suelo o si no tiene qué comer. De cualquier forma, tiene la mente puesta en convertirse en campeón", explicó el entrenador tras sus primeros días en la capital francesa.

Su envergadura de 2'46m, que tantas pesadillas le ha dado a sus rivales en los últimos años, le está jugando ahora una mala pasada. Y es que Mehrzad, uno de los referentes en este deporte, aspira en estos días a colgarse su tercer oro paralímpico tras los obtenidos en Río y Tokio. Gracias a estas características, que le ubican como el segundo hombre más alto del mundo (sólo por detrás del turco Sultan Kösen y sus 2'51m), se ha convertido en un bloqueador inmenso y un rematador temible.

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Su caso también es de sobra conocido en su país, donde protagonizó un 'reality show' sobre su vida hace ya más de una década. En él relató las peculiaridades de una vida marcada por una enfermedad poco conocida, la acromegalia, que desde su infancia ha disparado la productividad de sus hormonas de crecimiento. Sumado a ello, como recoge la página oficial de los Juegos Paralímpicos, una grave fractura de pelvis producida por un accidente de bicicleta durante su adolescencia le provocó un crecimiento desigual en sus piernas. En la actualidad, unos 15cm diferencian a una pierna de la otra, lastrando una vida que le ha emplazado a servirse siempre de muletas o sillas de rueda para poder desplazarse.

Pese a todas las dificultades, Mehrzad sigue escribiendo su leyenda a base de resultados en la pista. Tras proclamarse campeón con Irán en los dos últimos JJPP, el combinado nacional se ha reafirmado en el gran rival a batir en París, donde ha sumado 3 de 3 en victorias y sin conceder un solo 'set'.