Míchel Sánchez es, sin duda, uno de los mejores entrenadores de LaLiga. El técnico madrileño llevó al Girona a los puestos de Champions League con uno de los presupuestos más apretados del campeonato. De hecho, estuvo durante varias jornadas consecutivas como líder de una Liga que finalmente terminó ganando el Real Madrid. Ahora, en este curso, pese a las salidas de nombres propios de mucho valor como Dovbyk o Savinho, el club afronta la temporada más ilusionante de su historia por el hecho de jugar la máxima competición continental de clubes. PSG o Liverpool son algunos de los equipos a los que se tendrán que enfrentar en la primera fase. Pese a un inicio dubitativo en Liga con un empate ante el Betis y una derrota ante el Atlético de Madrid, los catalanes han ido a más en la competición doméstica y suman dos victorias consecutivas tras golear a Osasuna en casa y vencer al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Con siete puntos en su haber, afrontan el parón de selecciones en puestos de Europa League. Precisamente, aprovechando esta pausa de partidos, Míchel ha viajado a Madrid para unas reuniones de entrenadores en Las Rozas y, aprovechando su estancia en la capital, ha pasado por los estudios de la Cadena SER para charlar con Àngels Barceló en «Hoy por Hoy». Además de hablar sobre su actual Girona y cómo está llevando su paso por el club catalán, el técnico ha tenido muy claro cuál es el partido más duro para él en Liga: el Rayo Vallecano. Estuvo durante muchísimo tiempo tanto como jugador como entrenador en el club de su barrio y admite llevarlo «fatal»: «Es el único partido en el que de verdad no disfruto. No me gustaría haberlo hecho nunca, sé que forma parte del fútbol. No se me olvidará nunca. Fíjate que he estado desde los 13 años en el Rayo y me fui con más de 40, así que son muchos años». Además, reconoce que «como vallecano» siempre ha tenido «ese sentimiento reivindicativo de querer crecer y demostrar, aunque seamos un equipo pequeño»: «No quiere decir que le pierdas el respeto a los demás, pero sí tener la rebeldía de ir al Bernabéu y tratar de ser protagonistas. A lo largo de estos 3 años se ha visto un Girona muy reconocible en este sentido», explica a Àngels Barceló.