Inmigración sin inmigrantes
Culpables hasta que se demuestre lo contrario, incluso aunque se demuestre lo contrario
Najat El Hachmi: "Inmigración sin inmigrantes"
Madrid
Estoy en una pecera, encerrada detrás de un cristal y aunque hable, aunque grite, nadie me oye. Fuera hay encendidas tertulias, debates políticos, tweets polémicos, mucha manipulación y muy poca compasión. ¿De quién habla toda esa gente que yo puedo oír perfectamente y para quienes soy invisible y no tengo voz? Habla de nosotros, los inmigrantes, el único tipo de personas a quienes, en este siglo, es aceptable rebajar la humanidad hasta convertirnos en cifras, amenazas, instrumentos.
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Se defiende para nosotros lo que no defenderían para sí mismo los que opinan y los que deciden: leyes más duras, segregación, cárcel sin delito ni juicio. Que se ahoguen en el mar, dicen unos. Que vengan y luego regresen, dicen otros. Que nos den su fuerza de trabajo y no molesten pidiendo derechos. Que estén meses lejos de sus familias. Son inmigrantes, no personas. Que sirvan para canalizar todo el malestar que provoca el neoliberalismo, piensa la derecha que nos señala. Y hay quien cree que los recién llegados tienen la culpa de todo: la subida de los alquileres, del aumento de violaciones y feminicidios, de la inflación y el colapso de la sanidad. Ya son ganas de creer.
Culpables hasta que se demuestre lo contrario, incluso aunque se demuestre lo contrario. Yo, dentro de la pecera, no sé cómo defenderme porque no hay defensa alguna ante quienes te niegan incluso la existencia. Millones de personas, inmigrantes y sus hijos, nos sentimos así ante el debate que desata tantas pasiones, con la voz ahogada detrás del cristal mientras hablan de nosotros sin nosotros.
Najat el Hachmi
Najat el Hachmi (Nador, Marruecos, 2 de julio...