Mueren seis palestinos en nuevos ataques israelíes en Tubas, al norte de Cisjordania
Los fallecidos tienen entre 16 y 30 años
Jerusalén
Cinco palestinos murieron este jueves cuando un dron israelí atacó el vehículo en el que se encontraban en el campamento de refugiados de Faraa en Tubas, en el norte de Cisjordania ocupada, según confirmó el Ministerio de Sanidad palestino. "Durante una operación antiterrorista del Ejército en la zona de Faraa del Valle del Jordán, una aeronave de las Fuerzas del Aire atacó a una célula terrorista que disparó contra los soldados", recogió un comunicado castrense.
Sanidad identificó a las víctimas del bombardeo como Ahmed Fawad Fayez Abu Dawas, de 24 años; Mohammed Awad Salem Abu Juma, de 30; Qusay Majdi Abdulah Abdul Razek, de 26; Mohammed Nazmi Abu Zagha, de 23; y Mohammed Zakaria Mohammed Al Zubaidi, de 21.
El más joven de los fallecidos, Mohammed Zakaria, era un líder de la brigada de Yenín, que engloba milicianos de distintos movimientos de resistencia palestinos, según han informado varios medios locales.
Zakaria era hijo de Zakaria Zubeidi, un histórico líder del movimiento de resistencia palestino que ganó importancia durante la Segunda Intifada (2000-2005) y que formaba parte de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, parte del brazo armado de la formación secular Fatah.
Muerte a tiros de un menor palestino
Anoche las fuerzas armadas israelíes mataron también a un menor de edad a tiros en el campamento de refugiados, convirtiéndolo en la sexta víctima de la noche en Tubas. Según la Media Luna Roja Palestina, el fallecido es Majed Fida Abu Zeina, de 16 años.
La agencia palestina de noticias Wafa denunció que las fuerzas armadas abusaron del cadáver del menor, sacándolo del campamento de refugiados en una excavadora y evitando que las ambulancias pudieran acceder a él.
La pasada noche negra en Tubas forma parte de la operación que el Ejército de Israel lanzó sobre Cisjordania ocupada el pasado miércoles 28 de agosto, que acumula 39 muertos palestinos. Solo en Tubas 10 personas perdieron la vida desde el pasado miércoles, si bien los ataques de Israel también dejaron un reguero de víctimas en localidades como Tulkarem o Yenín, en el norte y conocidos bastiones de los movimientos milicianos palestinos.
En el campo de refugiados de Tulkarem, el Ejército mantiene desde hace días una incursión durante la que ha demolido viviendas y aplastado vehículos con sus excavadoras. "Hay tiroteos, y gracias a dios nos hemos acostumbrado, esto es normal, se ha convertido en algo normal", relataba un residente del campamento.
Segú Wafa, los militares cerraron ayer las carreteras que rodean el campamento y varios callejones de la zona para aislar los barrios, y sus habitantes aseguran que Tulkarem ya no puede recorrerse a pie.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 más de 330 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos o atacantes pero también civiles tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania tras el ataque de Hamás del 7 de octubre y, desde entonces, han muerto cerca de 700 palestinos en incidentes violentos con Israel -150 menores-, principalmente con tropas y una decena de ellos a manos de colonos.