Pagar el pan con el teléfono

Madrid

Pagar el pan con el teléfono. La sociedad cambia a velocidad de vértigo mientras la política se atasca en cada paso que ha de dar. Este verano se han pagado las hamacas y las sombrillas de la playa con tarjeta. Por supuesto, también se ha cobrado del mismo modo el pan en la taona más humilde o la bebida en un tigre con el suelo lleno de serrín.

Desde la llegada de la COVID en nuestro país, se ha sustituido la utilización del dinero en efectivo por el pago a través de tarjetas físicas y billeteros y aplicaciones digitales. Lo facilitó el pánico al contacto físico, las mascarillas y la generalización de los sprays antisépticos para las manos. Hoy son apenas algunos establecimientos los que ponen una cantidad mínima de euros para utilizar una tarjeta, pero ya hay más de 2,5 millones de terminales de venta con tarjetas.

El vendedor ya no necesita ir a una caja centralizada, sino que saca de su bolsillo o lleva colgada al cuello su terminal de ventas para cobrar a una de las más de 90 tarjetas de crédito o de débito que funcionan en España, como media, dos por cada habitante. Lugares cotidianos o situaciones recónditas, nos hemos transformado sin darnos cuenta mientras arriba se pelean.