Cómo puede alguien cometer 43 veces el mismo delito y seguir en la calle: "Los juzgados españoles están hiper infradotados"
Manuel Cancio Melia, catedrático de Derecho Penal, explica en 'La Ventana' que nuestro sistema no permite castigar a un delincuente por el hecho de ser un "delincuente habitual"
Cómo puede alguien cometer 43 veces el mismo delito y seguir en la calle: "Los juzgados españoles están hiper infradotados"
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La justicia española está en entredicho por su ineficaz funcionamiento. Entre los ciudadanos, cunde la opinión de que las condenas en muchos casos resultan insuficientes y hay casos que no ayudan precisamente a crear otra impresión. Un ejemplo es el del individuo de Lleida que, entre detenciones y puestas en libertad, ha acabado reincidiendo 43 veces en el delito de robo con fuerza de coches.
A muchos les cuesta entender que una persona con tal historial delictivo no tenga un historial penal acorde. Manuel Cancio Meliá, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid, ha explicado este viernes en La Ventana por qué este fenómeno sucede con tanta frecuencia.
Juzgados atascados
"Esto es un problema valorativo y práctico. Aunque estos casos se hayan cometido muchas veces lo cierto es que son hurtos sin violencia hacia personas, con una gravedad muy limitada en sí misma. Cuando estos delitos se acumulan, la cuestión que se plantea es si se puede castigar, y el código penal español lo hace en caso de que sea multirreincidencia. El problema es si estamos castigando al criminal por cada uno de estos delitos o simplemente por el hecho de ser un delincuente habitual. Esto último no estaría permitido por nuestro sistema constitucional", explica el catedrático.
Desde el punto de vista de Cancio Meliá, hay instrumentos para tener esto en cuenta a través de la multirreincidencia en el código penal: "A partir de tres infracciones se agrava de una manera muy notable. El hurto sin fuerza y sin violencia tiene ya una pena privativa de libertad de 6 a 18 meses si es un monto por encima de 400 euros. Esto es una pena muy alta respecto a países de nuestro entorno en los que para este tipo de infracciones tienen penas que no son privativas de libertad".
El problema para el catedrático no está en la ley, sino en cómo se procesan este tipo de infracciones por parte del poder judicial: "Lo que hay que hacer es dotar de medios adecuados, personales y materiales, a los juzgados españoles que están hiper infradotados. No hay coordinación judicial para que se pueda saber que este individuo tiene varias condenas para que se pongan en marcha mecanismos como la prisión provisional. Para eso los juzgados tienen que funcionar y ahora están atascadísimos".
Francis Pérez
Periodista madrileño de 21 años con gran pasión por la música y la cultura.