La historia del maestro que cambió el destino de Albert Camus y dedicó su Premio Nobel
Repasamos la correspondencia del escritor con su profesor de primaria, sus biografías y el contexto histórico que vivieron juntos como la Segunda Guerra Mundial
Cartagrafías | La historia de la hermosa relación de Albert Camus con su maestro
La labor del docente es crucial en la formación académica del niño/a pero también en la de su personalidad e incluso en su futuro profesional. No exageramos cuando decimos que un buen profesor te puede cambiar la vida: sucedió con el maestro republicano de Tarragona, Antoni Benaiges, fusilado en la Guerra Civil, y que nunca olvidaron sus estudiantes por su particular método de enseñanza que iba más allá de los libros como vimos en la película "El maestro que prometió el mar".
También sucedió con otro maestro que cambió el destino de Albert Camus y otros alumnos de un colegio de Argel, Louis Germain, su profesor en la escuela y que tras ganar el Premio Nobel de Literatura en 1957, reconoció su labor en una carta porque sin él seguramente habría tenido un destino totalmente distinto. Albert Camus era de una familia muy humilde, creció en un barrio muy pobre y sin padre, un trabajador agrícola que había muerto en el frente durante la Primera Guerra Mundial. Le educó su madre y su abuela, analfabetas, en un ambiente que él recordaba como de "cálida pobreza" porque no faltaba amor pero no tenían ni para zapatos -contaba que jugaba al fútbol de portero porque era la posición en la que menos se gastaban las suelas de los zapatos-. En el colegio conoció a este maestro, que como leemos en sus textos, cambió su forma de ver el mundo ya que consideraba a los niños "dignos de descubrir el mundo".
Además, fue fundamental para que su familia no le pusiera a trabajar después de terminar el colegio. Convenció a su madre de que el niño debía seguir estudiando y presentarse a un examen para conseguir una beca de estudios. El profesor se ofreció a darle lecciones extras gratis cada día para preparar ese examen y aceptaron. Camus aprobó, pudo estudiar en el liceo gratis y años más tarde se licenció en filosofía.
La carta de agradecimiento de Camus a su profesor es una de las más famosas del mundo
Albert Camus perdió la pista de su maestro y tuvo noticias suyas años después en un contexto mucho menos amable: la Segunda Guerra Mundial. Camus vivía en ese momento en París y recibe por sorpresa una carta firmada por su viejo profesor que acababa de alistarse como voluntario en las fuerzas francesas libres. Tras verse en persona inician una interesante correspondencia que nos ayuda a reconstruir sus vidas y revivir su contexto histórico. En España están publicadas por la editorial "Plataforma Actual". En 1957, cuando gana el Nobel por "iluminar", según el jurado, "los problemas de su tiempo", el escritor escribe una primera carta de agradecimiento a su madre y luego a su profesor. Una carta que por estas fechas o por el Día del Maestro, vuelve a hacerse viral, y que el profesor contestó con otra misiva que destacamos en este especial.
El filósofo falleció en un accidente de coche en 1960, tenía 47 años. Su editor conducía el coche a gran velocidad y el neumático reventó. Llevaba en el coche una novela autobiográfica sin terminar que se publicó de manera póstuma, El Primer Hombre, donde aparece un personaje basado en este maestro y en otro profesor que tuvo en secundaria.
El colegio de Barcelona que pone a sus alumnos en la piel de soldados de la Primera Guerra Mundial
La editorial Plataforma Actual apadrina desde 2015 al Institut Escola escuela Antaviana, un centro público de Barcelona, situado en un barrio con problemas socioeconómicos, que pone en marcha cada curso una iniciativa epistolar muy interesante: un taller de cartas donde los alumnos leen cartas de soldados reales de la Primera Guerra Mundial y escriben una carta poniéndose en su piel. También analizan y traducen al catalán la canción "Querida Milagros" del "Último de la Fila" que habla de un soldado que escribe una carta de despedida a su novia en el frente. Nos lo cuentan sus dos coordinadores: Nando García: profesor de historia, y Carme Salinas, profesora de Lengua y literatura catalana.
Todo esto de los profesores que van más allá en su labor docente me recuerda a un texto que escribió Manuel Vincent en El País sobre el profesor de Albert Camus: "Tal vez el niño llegaba a la escuela municipal en invierno atravesando el campo a pie bajo la nevada y en el aula con un dedo lleno de sabañones señalaba en el atlas abierto mares e islas, que a buen seguro nunca podría navegar. En cualquier tiempo, en cualquier lugar, hubo un maestro de escuela que un día puso la mano en el hombro de ese niño e hizo todo lo posible para que su talento no se desperdiciara".
Laura Piñero
Cartagena (1985) Periodista de la SER desde 2009....