Un año del terremoto en Marruecos: reconstrucción a dos velocidades
Volvemos a la región del Atlas marroquí afectado hace un año por el terremoto que provocó casi 3.000 muertos
Armas sin control
Marruecos
La gran mayoría de los afectados por el terremoto que sacudió el Atlas de Marruecos el año pasado han podido volver a sus casas o han alquilado una vivienda con la mensualidad de 2.500 dirhams que les ha entregado el Estado. Esto, en las zonas más pobladas, porque en las aldeas más recónditas la vuelta a la normalidad se ha complicado más.
La zona más afectada por el terremoto es la de Al Haouz y Taroudant, a unos 60 km al suroeste de Marrakech. Una región muy montañosa, de pequeños pueblos diseminados en valles, algunos bastante aislados. Una región, ya de por sí dura, con mucho frío y nieve en invierno, pero donde las condiciones sociales también son complicadas. La población subsiste con resiliencia, pero hay muchas personas que viven en la pobreza.
Todos estos factores con el terremoto no hicieron más que empeorar y acentuar las vulnerabilidades. El difícil acceso por carretera a muchos puntos, complicó después del seísmo los rescates, la llegada de ayuda y ahora mismo, también complica la reconstrucción. Según la Media Luna marroquí, medio millón de personas se vieron afectadas por el terremoto. Y aunque la reconstrucción ha arrancado, no lo ha hecho para todos al mismo ritmo.
Todavía se siguen viendo muchas tiendas de campaña en la que viven los damnificados. También hay mucho contraste entre los pueblos y las zonas urbanas. En el pueblecito de Ouirgane, Abdelkebir pudo ser rescatado de bajo los escombros de su casa, pero ese día perdió a ocho personas de su familia. Ahora está rellenando con gravilla la base de lo que será su nueva vivienda. Pero espera a recibir el resto de la ayuda estatal para continuar.
Levantan sus casas a mano
Abdelkebir, como sus vecinos, va a recibir un total de 80.000 dirhams (unos 7.500 euros) para levantar su casa, una cantidad que explica que no es suficiente y tendrá que añadir de su bolsillo.
Por eso muchos de ellos prefieren construir con sus propias manos sus casas. En el caso de Abdelkebir, de unos cincuenta años, con el añadido que todavía sufre de una fractura en la pierna de cuando se quedó atrapado después del terremoto. Su temor es volver a pasar otro invierno bajo el precario techo donde duermen y con la incertidumbre de no saber cuando podrá terminar de construir su casa. “Es muy difícil aquí. La lluvia es muy fuerte y el frío es muy duro, en el mes de diciembre va a empezar el invierno”, lamenta.
Otros de los problemas que ralentizan o complican la reconstrucción es que en muchos pueblos todavía hay casas por derribar o escombros por retirar, hasta que no se hace este trabajo no se puede empezar a construir. Otra queja recurrente de los vecinos afectados es que el material de obra se encarece cada vez más o que falta mano de obra para trabajar.
En los núcleos urbanos también es mucho más complejo, ya que cada casa se tiene que levantar en el mismo sitio. Como explica un vecino de Amizmiz, Abdú, “no puedes construir dónde quieras, porque tu tienes una casa, la tienes de demoler y volver a construir. En los pueblos la puedes construir en otro punto, ya que tienen terrenos”.
En este pueblo, mucho más grande, con centro urbano, se puede ver que hay algunos edificios todavía en ruinas, muchos escombros y algunas parcelas que ya han sido despejadas y en las que se empieza a planificar la reconstrucción. Aunque en diferentes descampados, que rodean el centro de la ciudad, sigue habiendo muchas tiendas de campaña de las familias que no han podido encontrar o alquilar una casa o una habitación.
Las promesas del Gobierno marroquí
Según el Gobierno, unas 80.000 familias han recibido ayudas para reconstrucción, más de la mayoría han recibido solo la primera fase de la subvención y cerca de 1.000 han completado el importe total. Según anunció el Gobierno después del terremoto, las ayudas serían de 80.000 dírhams (8.600 euros) para la rehabilitación de viviendas parcialmente derrumbadas y 140.000 (13.000 euros) para las casas completamente destruidas.
En muchos de los casos, aunque la vivienda no quedara reducida a escombros, al estar en ruinas, sus propietarios han tenido que demolerla antes de poder empezar a levantarla de cero. Pero para estos casos, la ayuda ha sido la misma que si la casa solo necesitara una rehabilitación, explican las personas que se han encontrado en esta situación. Una cantidad que es insuficiente, lamentan. Hemos podido comprobar que estas ayudas llegan, pero todavía hay gente que espera con resiliencia el momento de poder empezar. Según datos oficiales, unas 64.000 familias han recibido mensualmente 2.500 dírhams (230 euros) para subsistir.