Pere Portabella, el cineasta radical que homenajea el Festival de Venecia
Claudio Zulian presenta en la Mostra el documental 'Constelación Portabella' que pretende mostrar la importancia de este director, productor y artista político rupturista, uno de los más importantes junto a Buñuel y Almodóvar
Venecia
Pere Portabella es una figura imprescindible del cine español. Miembro del movimiento cinematográfico conocido como la Escuela de Barcelona, una de las figuras de esa gauche divine catalana, cineasta experimental y combativo, productor, editor y hasta diputado y senador. A sus 97 años acaba de recibir un homenaje en forma de documental en este Festival de Venecia. En él queda recogida toda su trayectoria, que es diversa, excéntrica y política, siempre atenta a lo que sucedía a su alrededor. Claudio Zulian dirige este documental Constelación Portabella, estrenado en una sección paralela de la Mostra dedicada a los clásicos, un certamen donde presentó el cineasta uno de sus últimos largometrajes, El silencio antes de Bach, en 2007 y también su corto Mudanza.
"Una de las razones por las que hacemos este documental es, obviamente, para que se conozca más la obra de Pere. Sin embargo, hay que decir que ha tenido una vida muy larga, muy apasionante y las condiciones de la recepción de su obra han cambiado a lo largo de estas décadas. Al comienzo había una especie de ecosistema político cultural donde se inscribía esa obra y donde se identificaba lo atrevido formalmente, lo experimental con una cierta resistencia antifranquista. Luego eso ha cambiado por completo. A partir del año 2000, aparece un espacio que no existía antes, que es la idea de que los cines, los museos, acogen al cine y de nuevo entra Portabella", cuenta el director en la SER.
En él entendemos que no solo la historia del cine no se entiende muy bien sin entender su figura, sino que tampoco la historia reciente de Cataluña y España, sobre todo en la Transición. Y es que ha sido productor de Viridiana, de Luis Buñuel, la única película que ha ganado la Palma de Oro en Cannes. Pero también amigo de los grandes artistas y políticos, como Joan Brossa o Antoni Tàpies. Por no hablar de que fue uno de los artífices del retorno de Josep Tarradellas a Catalunya. En su obra se cuela su curiosidad e interés por el mundo y sus reflexiones sobre el cine y el arte moderno, además de los cambios que vivió una España que salió de la dictadura y entró en la democracia. "Es muy interesante esa relación que él mantiene, de manera diferente, entre su obra artística y su compromiso político y social", insiste el autor que ha querido traer de nuevo esa reflexión al momento actual que vive el cine. "Quería transmitir esto a las nuevas generaciones y a los jóvenes de manera particular, dar una nueva vida a la obra de Portabella".
Ahora que hay tanto miedo de posicionarse, de decir cualquier cosa que se salga del carril, el documental muestra a un artista sin miedo, libre y totalmente posicionado, sin que eso limitara la calidad de su obra. Al revés. "Él lo dice bien claro en la película: siempre he hecho cine político y nunca he militado en un partido. Eso nos recuerda a que, ahora mismo, estamos en una época de cine muy convencional. Él vivió una época de efervescencia de la lucha antifranquista, y tenía muy claro que el hacer películas rupturistas significaba trasladar a la forma del cine la voluntad de ruptura que había en la política", insiste.
Además de Viridiana, sus primeras películas como productor fueron títulos tan importantes como Los golfos, de Carlos Saura, El cochecito, de Marco Ferreri. Solo con esto, bastaría para inscribir su nombre en la historia del cine, pero Pere Portabella es también un director vanguardista y comprometido cuya obra ha llegado hasta el MOMA de Nueva York. Sólo tres cineastas españoles han sido objeto de una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York: Buñuel, Almodóvar y Portabella. Fue precisamente la producción de Viridiana, y el escándalo tras su triunfo en Cannes lo que interrumpió la carrera del catalán como productor.
Zulian y el productor Luis Miñarro, que le acompaña en Venecia, destacan de Portabella su “coherencia” y su “libertad”. Coinciden con él los críticos, historiadores y directores que participan en el documental, desde el crítico Esteve Riambau a Jonathan Rosenbaum, el ex director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, o el cineasta Luis Parés. En el documental se recuerda que su primer corto, No compteu amb els dits (1967), situado entre la cultura pop y el arte conceptual, utilizaba el lenguaje publicitario para burlarse de la sociedad de consumo y también rodó varios cortos con Joan Miró. También su primer largo, Nocturno 29, protagonizado por Lucía Bosé y sin guion tradicional, nace de la colaboración con el poeta Joan Brossa, al igual que Vampir Cuadecu, un filme sin diálogos rodado durante el rodaje del Drácula de James Franco, con Christopher Lee. Sobre su cine más político, destaca El sopar (1974), donde reunió a cinco presos políticos del franquismo en una mesa y, por supuesto, Informe general (1976), rodada unos meses después de la muerte de Franco. En ella hablan los principales protagonistas de la Transición. Un retrato de un país entero en forma de película.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...