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Una red de tuberías de gas para evitar el aislamiento internacional de Rusia

Vladimir Putin se ha reunido con dirigentes de varios países europeos y asiáticos en los últimos días para incrementar la influencia de Rusia con un producto estrella a cambio: el gas

Una red de tuberías de gas para evitar el aislamiento internacional de Rusia

Al mismo tiempo que Ucrania mantiene su incursión en la región rusa de Kursk, Vladimir Putin ha reforzado otro de los frentes afectados por la guerra: el de la distribución de energía. Se termina el verano, el conflicto sigue activo, y Putin intenta sacar pecho y ampliar la influencia de Rusia en el mapa global con el gas como principal elemento de la negociación.

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En la práctica, Putin está tejiendo, o pretende hacerlo, toda una red de tuberías que en cierto modo sirven a la vez como tentáculos de la influencia rusa y como simbólica barrera de protección de sus intereses desde Belgrado hasta Ulán Bator. El presidente ruso ha aprovechado tanto su viaje a Mongolia como su posterior presencia en un foro económico internacional en Vladivostok esta semana para reforzar sus alianzas energéticas.

Una red de dependencia de Moscú con la que el Kremlin intenta además presionar a la Unión Europea, que ha logrado reducir de forma drástica sus importaciones de gas de Rusia, que ahora mismo son prácticamente la cuarta parte de las que eran en el inicio de la invasión de Ucrania. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunciaba antes de los mensajes de Putin que los países de la UE tenían ya sus reservas de gas al 90% con las que hacer frente al invierno sin tener que llamar a la puerta de Rusia.

Lazos en Europa

Por el oeste, los gobiernos prorrusos que hay en Europa, algunos miembros de la Unión Europea, mantienen no sólo una sintonía política e ideológica con Putin, sino que también la dependencia energética es muy notable. Es el caso de Hungría y de Eslovaquia, que miran con temor la llegada del 1 de enero, cuando Ucrania va a suspender la distribución del gas que, procedente de Rusia, atraviesa su territorio hacia Europa Central.

También los Balcanes miran al suministro ruso y países como Serbia intentan hacer malabares para mantener ese vínculo y no perder el tren de la integración en la Unión Europea. Esta semana Vladimir Putin se reunió con el vicepresidente serbio Aleksandar Vulin, a quien mostró la predisposición de Rusia de firmar un nuevo contrato de suministro a partir de 2025. Vulin destacó en esa reunión la amistad entre ambos países y el compromiso de Serbia de no sancionar a Rusia ni de plantearse entrar en la OTAN.

Serbia no es sólo un socio estratégico, sino un aliado de Rusia

—  Aleksandar Vulin, vicepresidente de Serbia

Belgrado tendrá que terminar eligiendo, porque el pasado jueves la Comisión Europea ya avisó al gobierno serbio que "mantener o aumentar" sus contactos con Rusia "no es compatible con el proceso de adhesión". La principal empresa energética serbia, Naftna Industrija Srbije, es propiedad en su mayor parte del gigante ruso Gazprom.

Putin ha reconocido que la pérdida de socios en Europa reportará una pérdida de ingresos que Rusia intentará equilibrar con otros proyectos. Aún así, mantiene sus ofertas a Europa, a Alemania por ejemplo le ha dicho que pueden seguir conectados por una de las tuberías del gasoducto Nord Stream, y ha ofrecido distribuir el gas también por Turquía en lugar de por Ucrania. Evitar esa dependencia será uno de los campos de batalla de la nueva Comisión.

Alianzas en Asia

Putin también ha reforzado sus contactos con países asiáticos más allá de las repúblicas exsoviéticas de esa región que mantienen un vínculo muy fuerte con Moscú. La alianza con China se ha escenificado en múltiples ocasiones, a lo que hay que sumar que el presidente ruso ha dicho en Vladivostok que "Irán cada vez nos pide un mayor suministro de energía".

El pasado mes de julio ambos países mantuvieron una reunión después de la que el entonces ministro de Petróleo iraní, Javad Owji, afirmó que "que uno puede considerar que la firma de un acuerdo para el suministro de gas desde Rusia a Irán es el eje central de la política energética del actual gobierno iraní".

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Antes del verano, Putin firmó una docena de acuerdos con el gobierno de Vietnam que incluyen el suministro de combustibles fósiles, gas incluido, a ese país. En Vladivostok, Putin se ha reunido con el presidente de Malasia, país cuyo ministro de Energía ha confirmado este año que van camino de la total dependencia energética.

Y caso aparte ha sido la visita de Putin a Mongolia, país que, como firmante del Estatuto de Roma, debería haberle arrestado obedeciendo la orden en ese sentido de la Corte Penal Internacional. El presidente mongol ni se planteó esa posibilidad y resaltó la buena sintonía entre ambos, sintonía a la que Putin puso cifras con el anuncio de la inversión de Gazprom en la gasificación de ese país.

Primeras imágenes submarinas que muestran la tubería dañada del Nord Stream 1

Antonio Martín

Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...