"El piso se escritura en 120, el resto en negro": cuando la presión por encontrar piso se convierte en un negocio redondo para los especuladores de la vivienda

Madrid

Se vende piso como "oportunidad" en Madrid por 230.000 euros. Son 68 metros cuadrados, amplia cocina, dormitorio, salón comedor, baño, ventanas con climalit y tarima flotante, Tiene garaje, situado en una zona de la capital "tranquila" para vivir. Es un piso muy luminoso, como podemos ver en la galería de fotografías que muestra el portal Idealista, en este anuncio de una de las inmobiliarias que más ha crecido en los últimos años y que cuenta con oficinas, no solo en Madrid, sino en cualquier ciudad de España.

El precio parece razonable en comparación con lo que se pide en la zona. Pero todo tiene un precio, y este será el que aparezca en la escritura de compra venta. Una llamada de teléfono, y poco después del buenos días protocolario, lo dejan claro: "Se escritura en 120 y, si se llega a un acuerdo, el resto habría que darlo en B". Teniendo en cuenta el precio por el que se anuncia, 230.000 euros, están pidiendo 110.000 en negro.

Por la voz del interlocutor, parece que no es la primera vez que explica que se trata de una vivienda a la que su propietario no ha podido "levantar la protección que tiene" y según explica, "este tipo de pisos, estas operaciones son muy frecuentes". Tan frecuentes, como para que cuente con personal especializado en ellas: "Si quiere tener más información, agendamos una cita con nuestro asesor financiero y le explicamos en la oficina cómo se haría la operación".

Un "negocio" redondo

El "negocio" es redondo para el vendedor, porque se benefició de ayudas públicas para la compra de ese piso que ahora quiere vender a precio de mercado, aprovechando la subida imparable de la vivienda. Carlos J. Sánchez, abogado especialista en vivienda, lo resume en tres palabras: "es un fraude". Una ilegalidad que "desgraciadamente es más habitual de lo que pensamos", pero por eso, no deja de ser un fraude. La Comunidad de Madrid no ha facilitado datos sobre el número de solicitudes de descalificación de viviendas protegidas que ha recibido. Tampoco de las que ha autorizado.

Las limitaciones depende del tipo de calificación, y pueden ir desde la prohibición absoluta de vender durante un periodo de tiempo, limitaciones en cuanto al precio máximo de venta o el derecho preferente de adquisición de la propia administración. Mercedes Pérez-Hereza, notaria y secretaria de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Madrid, insiste en que "en este tipo de operaciones, cuando la vivienda ha tenido algún tipo de protección, sin la autorización administrativa correspondiente, "no se va a autorizar nunca una compra venta".

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Pero otra cosa es, aprovechando que el notario no está en la sala, antes o después de la firma, el intercambio de sobre con esas cantidades que no parecen en las escrituras, porque el hecho de firmarlo en una notaría, explica el abogado, es utilizado por los "supuestos" agentes inmobiliarios. Para recubrir de un "velo" de legalidad la operación.

"Lo que es indignante es que quienes están vendiendo son personas que pudieron comprar en su día porque recibieron ayudas públicas para hacerlo a buen precio porque cumplían con determinadas condiciones y ahora están obteniendo un lucro ilícito de esta venta", asegura Sánchez.

Por eso, en un momento en el que cuesta mucho el acceso a la vivienda, y los jóvenes no pueden hacerlo, "es lamentable", y apela a la "responsabilidad" ciudadana para que denuncien este tipo de situaciones, en este caso ante la Comunidad de Madrid para que active a sus inspectores.

La magia de la vivienda

"Esta es la magia de la vivienda", resume con una sonrisa irónica quien lleva un año buscando piso en Madrid y ya no le sorprende nada. Álvaro tiene 25 años, y siente ya la presión de la subida del alquiler. "Si ahora pago 850, dentro de dos años me pueden pedir 1.000. o 1.200 y eso es mucho dinero". Por eso busca con Paula, su novia, un piso pequeño a reformar, o un estudio. Una primera vivienda, porque ahora una hipoteca asusta menos que un alquiler.

Otra cosa es decidir pagar 210.000 euros por un estudio de 35 metros cuadrados que el agente inmobiliario les presenta como la solución a sus problemas, cuando encima necesita una reforma. Hemos llegado a un punto en el que lo que hace un par de años ni te planteabas, ahora te pueda parecer una buena opción".