Los colegios arrancan como pueden ante la falta de profesores especializados en ciencias

Madrid

Este lunes, 8,3 millones de alumnos empiezan el curso escolar marcado por la falta de profesores especializados en asignaturas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). En Madrid, por ejemplo, se quedaron vacías cerca de un 60% de las plazas de matemáticas e informática en las últimas oposiciones. En el caso de Barcelona, se quedaron sin cubrir cerca de 200 plazas en tecnología y matemáticas. Como consecuencia, la falta de profesores en estas áreas están haciendo que los responsables de colegios e institutos se las apañen como pueden para cubrir esos huecos. Según la OCDE, ni la mitad del profesorado español que enseña matemáticas en secundaria estudió la carrera.

Un problema que es una realidad para María Vega, directora del colegio Arenales en Carabanchel (Madrid), para quien ha sido todo un reto encontrar un profesor de tecnología. Achaca el problema a los requisitos que exige la ley educativa: “Encontrar gente con talento y vocación es posible. Lo difícil es encontrar a docentes que cumplan todas las normas”. Vega cuenta que “son muy rígididas” y que “se podrían flexibilizar” con, por ejemplo, “permitir que se pueda contratar a un profesor mientras está cursando el máster de formación para dar clase en secundaria”.

El secretario general de la Confederación Española de Centros Educativos, Santiago García, cuenta que son dos los factores que provocan que cada vez haya menos docentes especializados en el área STEM: “Primero, que hay un número bajo de graduados en matemáticas; y segundo, que, mientras antes tenían menos salidas profesionales, ahora la industria reclama muchísimos graduados en matemáticas. Se los rifan con unas condiciones salariales bastante más atractivas”. García asegura que este obstáculo se da en todas las comunidades autónomas y que, además, se ha agravado “con el crecimiento de la formación profesional”.

Los matemáticos cobran la mitad si se dedican a la docencia

Daniel es uno de esos pocos estudiantes que hizo matemáticas en la universidad y optó por la enseñanza. “Conozco a un par de compañeros que están en una empresa y que tienen condiciones mejores porque sus puestos son más específicos y técnicos”. El caso de Miguel es diferente. Como Daniel estudió matemáticas, pero eligió el camino de la empresa. Se plantea trabajar como profesor, pero “más adelante”, para poner el broche a su vida laboral. El salario medio anual de los trabajadores en finanzas se sitúa por encima de los 46.000, mientras que el de un profesor apenas supera los 28.000.

Santiago García asegura que la solución para completar las plantillas de los colegios pasa por relajar los requisitos, como ya se está haciendo en otros países de la Unión Europea, o por intentar un modelo híbrido en el que un matemático pueda trabajar y enseñar.

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