Alejandro Marín, el único técnico español en los Paralímpicos: "Hemos hecho más de 3500 reparaciones en 15 días"
"Nos encargamos de dar soporte a los más de 4000 atletas que pasaron por los Juegos Paralímpicos", explica en 'SER Deportivos'
Alejandro Marín, el único técnico español en los Paralímpicos: "Hemos hecho más de 3500 reparaciones en 15 días"
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Los Juegos Paralímpicos han puesto su punto y final este y domingo con un bagaje de 40 medallas para una delegación española que se marchó de París más que satisfecha por haber superado las preseas conseguidas en Tokio en 2021. Más allá de todos los atletas, los grandes protagonistas en la sombra de este evento son los técnicos que han hecho que todo saliera bien. Uno de ellos es Alejandro Marín, el único español de los 166 técnicos presentes en los Paralímpicos. El alicantino estaba repartido por las distintas sedes -así como en la Villa- también para reparar prótesis, aparatos ortopédicos o sillas de ruedas.
Dos días después de la ceremonia de clausura, Alejandro Marín pasa por los micrófonos de 'SER Deportivos', aún en París, con "nostalgia" por ser su último día en la capital de Francia. Preguntado por cuál ha sido su trabajo en concreto en estos Juegos Paralímpicos, explica que "los técnicos se encargan de dar soporte a estos más de 4000 atletas que han pasado para que tengan todo su material de competición a punto y, sobre todo, dar ese apoyo los países con menos desarrollo o menos poder adquisitivo para que estén más o menos en igualdad de condiciones a la hora de las competiciones".
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Alejandro recuerda a Pacojó que llegó a ese trabajo porque tuvo un accidente con 14 años, en donde le amputaron su pierna derecha, y ahí decidió que tenía que aportar su "grano de arena a este sector y ayudar a la gente con discapacidad": "Es cierto que yo pasé una adolescencia muy traumática, bastante, bastante mala, y quería ayudar para que nadie tuviera que pasar por lo que tuve que pasar yo". Asegura que pasó cuatro años prácticamente sin poder usar una prótesis porque del accidente se le quedó "un muñón muy malo" y hace diecisiete años no había tantos recursos como ahora. "Fue bastante horrible", dice.
Estudió ingeniería mecánica para, precisamente, mejorar los aspectos de las prótesis y así ha podido llevarlo a cabo en París 2024: "Hemos hecho barbaridades. Hemos hecho más de 3500 reparaciones durante estos últimos 15 días. Yo he tenido la suerte, por llamarlo de alguna forma, de tener reparaciones bastante grandes. Por ejemplo, a una chica de Colombia, atleta paralímpica del tenis en silla de ruedas, vino solamente porque la gente es muy humilde y cuando comprobé sus prótesis y vi que tenía la rodilla, los pies... todo completamente roto. Lo hablé con mi mánager del taller y propuse el renovarle absolutamente todo. Entonces a esa chica, por ejemplo, le cambiamos todos los componentes y se fue con una sonrisa de oreja a oreja y yo más, porque en mi caso personal empatizo mucho con ellos".