Dominique Pelicot, que está siendo juzgado por haber drogado durante años a su mujer para que más de medio centenar de hombres abusaran sexualmente de ella en estado inconsciente, volverá este miércoles al proceso tras estar ausente este martes por una breve hospitalización y podrá prestar declaración. El presidente del tribunal que sigue el caso, Roger Arata, anunció que el hospital emitió un certificado en el que indica que «no hay ninguna contraindicación» para que Pelicot pueda ser trasladado al Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, en Aviñón (sureste), donde tiene lugar el proceso desde el pasado día 2. Pelicot, que ya estuvo ausente de la sesión de tarde del lunes, tenía que prestar declaración hoy, según el calendario del juicio, pero su testimonio fue reemplazado por el de otros testigos. Arata indicó que el programa de mañana «no cambia» y que el interrogario del acusado se intercalará con el de otros declarantes. En principio, también podrían declarar los primeros de los restantes 50 acusados. La abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, dijo al final de la sesión de hoy que ha solicitado que la audiencia de su defendido «se programe para el viernes por la mañana» y que el tribunal le dijo que le respondería mañana miércoles. «En cualquier caso, Dominique estará aquí mañana», recalcó. Previamente, Zavarro había explicado a la prensa durante la mañana que había sido informada de que Pelicot, de 71 años, había sido hospitalizado para recibir atención sanitaria. Zavarro explicó que su cliente había empezado a tener los primeros síntomas el pasado viernes de lo que podría ser un problema urinario o renal. El lunes, Pelicot se ausentó poco después de iniciarse la sesión por la misma razón. Arata decidió solicitar esta mañana un peritaje para conocer exactamente su estado de salud para poder decidir. Su abogada rechazó las especulaciones que hubo esta mañana sobre una supuesta maniobra de su cliente para no declarar. Zavarro afirmó que Pélicot «responderá a todas las preguntas» y que estaba «impaciente» de poder dirigirse a la que fue su mujer, Gisèle -están divorciados desde agosto-, y a sus hijos, pero que mientras tanto ha surgido este problema médico «que él no había programado». A falta de la declaración del principal acusado, durante la mañana testificó Stéphan Gal, uno de los investigadores de la policía en cuyo trabajo se apoyó la instrucción. Gal aseguró que no hubo consentimiento por parte de Gisèle Pelicot para ninguno de los 50 hombres que han sido identificados por haber tenido relaciones sexuales con ella en los archivos audiovisuales requisados a su ahora exmarido. Gal recordó que Giséle estaba siempre bajo los efectos de los ansiolíticos que le administraba Dominique Pelicot y su estado de inconsciencia le anulaba completamente la voluntad. Detalló que en algunas de las prácticas a las que se sometía a la víctima queda en evidencia que había sufrimiento incluso en ese estado, ya que en las grabaciones se le ve cómo se mueve o hace gestos de ahogarse cuando, por ejemplo, alguno de los encausados le ponía el pene en la boca. Una parte de los que se sientan en el banquillo han reconocido que sabían que Gisèle Pelicot estaba bajo sumisión química, pero algunos lo niegan y ésa es precisamente la base de su defensa para no ser condenados por violación agravada, un delito castigado con hasta 20 años de cárcel. Para justificar esa supuesta ignorancia o al menos limitar su responsabilidad, sus abogados sostienen que era Dominique Pelicot quien lo organizaba todo, desde contactarlos por internet a preparar el lugar donde se llevaban a cabo las sesiones, y que ellos finalmente eran meros ejecutores de un plan diseñado por adelantado. Uno de los abogados, Guillaume de Palma mostró a la prensa, al final de la sesión, su descontento porque se use el término «violación» en este proceso, ya que los hechos «se inscriben en un contexto libertino». Añadió que los demás acusados «no se dieron la vuelta» porque estaban bajo la impronta «de alguien autoritario y manipulador», en referencia a Pelicot. En los vídeos y fotos que conservaba el principal acusado aparecen igualmente nueve individuos que también abusaron de Gisèle Pelicot, pero que no han podido ser identificados. Una de las sesiones de abusos sexuales a la que fue sometida Gisèle Pelicot bajo ansiolíticos duró al menos seis horas con un solo hombre, según las conclusiones de uno de los expertos, el perito Olivier Eymard, que declaró hoy. Eymard quiso dejar «claro que la fecha de última modificación (de cada vídeo) corresponde a la realización» y eso permite determinar la duración de las sesiones, en respuesta a la polémica que se había generado porque algunos abogados cuestionaban que fueran tan largas como mantiene la acusación particular. Según las conclusiones del sumario, Dominique Pelicot estuvo drogando a su mujer con ansiolíticos entre 2011 y 2020, lo que se supo después de ser detenido por grabar bajo las faldas a mujeres en un supermercado de la ciudad de Carpentras. Al ser registrados sus dispositivos informáticos se encontraron esas grabaciones, guardadas en un disco duro, con decenas de hombres a los que había contactado en línea, en buena parte a través de una plataforma de contactos que fue cerrada posteriormente.