La campaña electoral de los comicios de Estados Unidos que se celebrarán el próximo 5 de noviembre ha sido atípica. Con la vicepresidenta Kamala Harris ahora al frente de la candidatura demócrata, se prepara para enfrentarse a Donald Trump en su primer cara a cara este martes 10 de septiembre en el debate electoral organizado por ABC News. Los candidatos llegan al duelo televisivo con las opciones por ganar la carrera presidencial muy ajustadas, según los datos de las últimas encuestas. Los últimos sondeos de The New York Times y Siena College muestran, con un margen de error de tres puntos porcentuales, que el líder republicano encabeza las intenciones de votos con el 48% sobre el 47% de Harris. A poco menos de dos meses de que millones de norteamericanos acudan a las urnas para elegir a su próximo presidente, en una campaña marcada por el continuo conflicto en Israel, la batalla judicial de Donald Trump, el intento fallido de asesinato del expresidente, los bulos y la desinformación, el activo apoyo de magnates como Elon Musk y la retirada, en tiempo de descuento, de Joe Biden; llega el segundo debate electoral, el primero para Harris. El segundo debate electoral de las elecciones de Estados Unidos, el primero entre Harris y Trump, ha sido organizado por ABC News y se emitirá desde el National Constitution Center, de Filadelfia. Con una duración de 90 minutos, el debate se podrá ver en directo a partir de las 21:00 horas (ET), las 3:00 horas del martes, hora peninsular. Desde la Cadena SER, se emitirá un programa especial esta madrugada, a partir de las 2:30 horas, en horario peninsular, dirigido por Miguel Ángel Múñoz y con la corresponsal Sara Canals desde Filadelfia. También participarán como analistas los jefes de Economía, Javier Ruiz, y de Internacional, Pablo Morán, en un programa que se extenderá hasta las 5:00 horas aproximadamente. Los periodistas David Muir, presentador de World News Tonight, y Linsey David, presentadora de ABC News Live «Prime», serán los encargados de moderar el debate de la cadena que contará con dos parones publicitarios. Los candidatos no podrán interactuar con miembros de su equipo durante las pausas publicitarias, ni traer consigo notas preparadas. Harris y Trump sí tendrán a su disposición un bolígrafo, papel y una botella de agua. Sin público en la sala, la audiencia podrá disfrutar del enfrentamiento desde sus televisores, con Kamala Harris a la derecha de la pantalla. Tras un lanzamiento de moneda virtual para determinar el posicionamiento en el escenario y el orden de intervención, el expresidente ganó y escogió tener la última palabra con el cierre del debate. Los micrófonos se mantendrán apagados durante las intervenciones que pertenezcan al otro candidato, siendo los moderadores los únicos capaces de realizar preguntas. Esto fue fruto de la polémica iniciada por Kamala Harris, que solicitaba que no se silenciasen por turnos. Durante el debate del 10 de septiembre no se realizarán declaraciones de apertura, y tanto Harris como Trump contarán con dos minutos cada uno para cerrar sus intervenciones. A cada candidato se le asignarán dos minutos para responder cada pregunta con una refutación de dos minutos y un minuto adicional para un seguimiento, aclaración o respuesta.